Melisa, es la mujer que fue atacada en un baldío de calle Zelarrayán al 3700 hace semanas atrás, por dos hombres que la agredieron brutalmente y la ultrajaron. Con mucho dolor y miedo decidió contar lo ocurrido y lo que viene sufriendo desde hace años a la espera de una respuesta por parte de la justicia que hasta el momento no tiene.
La víctima, en diálogo con BVC Noticias relató lo ocurrido el día que se produjo el ataque. Afirmó que salió de la iglesia y que sintió que la llamaron por su nombre, en ese momento el horror se apoderó de la escena, cuando estos dos hombres, que hasta el momento no fueron identificados, agarraron a la mujer de los pelos hasta llevarla a un baldío, donde le ataron las manos, la ultrajaron, le cortaron el pelo y la golpearon con un ladrillo hasta dejarla abandonada en el lugar.
“Uno me tenía amenazada con que si gritaba me cortaba, y me decía que deje la causa y yo le preguntaba cual, ellos tenían información, aunque las voces no me resultaban familiar”, recordó Melisa, quien aseguró que fueron mandados por su ex Zambrano, padre de uno de sus hijos.
Señaló además que en ese momento en que escaparon, ella intentó volver a su casa, aunque desistió y una mujer que pasaba con un auto paró para socorrerla y sus últimos recuerdos ya son en el hospital.
Por el momento no hay personas detenidas por el hecho, solo la denuncia realizada contra Zambrano que Melisa viene haciendo desde hace más de dos años y que según indicó, recién ahora le otorgaron un botón antipánico y la restricción de acercamiento.
La Justicia sin respuesta
Melisa aseveró que le costó mucho poder salir de ese espacio de violencia en el que estaba donde no solo era víctima ella, sino también sus dos hijos. Pero cuando finalmente pudo denunciar, la respuesta esperada no llegaba, son varias las denuncias en fiscalía y policía, pero sin resolución.
Zambrano nunca fue citado a declarar y la mujer pide que el juez haga algo, “Estoy mal por lo que me pasó, no quiero que esto se quede así, no tuve respuesta de la justicia, hace muchos años que estoy peleando con esto, hace dos años que estoy pidiendo que el juez haga algo, porque sufrí mucha violencia por parte de Zambrano”.
El miedo y la culpa
La víctima, quien en cada parte del relato no logra contener las lágrimas, debido al dolor que le atraviesa todo lo sufrido los últimos años, dijo tener miedo de que pase algo peor.
También consideró sentirse culpable por no haber hecho nada tiempo antes, cuando hasta su propio hijo mayor, vio cómo este hombre la agredía y también atacaba a los menores, pero el miedo y la angustia la paralizaron.
Contó que su familia no sabía nada de lo ocurrido porque ella se medicaba desde que estaba con él, cuando empezó a sufrir los diferentes hechos de violencia, para que nadie note lo mal que ella estaba.
Hoy solo espera que la Justicia haga algo para frenar los ataques y poder volver a tener una vida en paz.
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