En el contexto de una creciente crisis demográfica, las cifras oficiales del Ministerio de Salud de la Nación revelan una alarmante caída en el número de nacimientos en Argentina. Según los últimos datos de 2023, el país registró 460.902 nacimientos, la cifra más baja en los últimos 50 años, lo que refleja una reducción de más del 40% respecto a 2014. Este fenómeno se encuentra en línea con una tasa de fecundidad que sigue en caída libre, alcanzando 1,33 hijos por mujer en 2023, muy por debajo del umbral de reemplazo generacional de 2,1 hijos por mujer.
Uno de los aspectos más notables de este fenómeno es la pronunciada caída en las provincias patagónicas. En Tierra del Fuego, Santa Cruz y Chubut, la disminución en la tasa de fecundidad es dramática, con caídas de hasta el 61%, 56% y 49%, respectivamente. Esto coloca a estas provincias, junto con la Ciudad de Buenos Aires, en una tasa de fecundidad extremadamente baja, por debajo de 1,5 hijos por mujer. Estos números evidencian una tendencia que afecta no solo a las zonas urbanas, sino también a las más alejadas del país.
El descenso de la natalidad en Argentina no es un fenómeno reciente. La caída comenzó a intensificarse a partir de 2014, aunque los factores que impulsaron esta tendencia datan de años anteriores. En 2012, con el fallo F.A.L., se introdujo el aborto como derecho, un cambio en la legislación que se fue profundizando en años posteriores con la incorporación de métodos anticonceptivos de larga duración, como el implante subdérmico y los sistemas intrauterinos (SIU). Estos anticonceptivos, distribuidos gratuitamente en el país a través del programa Remediar, marcaron un punto de inflexión en las decisiones reproductivas de las mujeres argentinas.
La reforma del Código Civil en 2015 también tuvo un impacto significativo al permitir que menores de 13 a 16 años pudieran acceder a métodos anticonceptivos sin la autorización de sus padres. A su vez, el plan ENIA (prevención del embarazo adolescente) lanzado en 2017, promovió la educación sexual integral y el uso de anticonceptivos, lo que llevó a una disminución en la fecundidad adolescente.
(GrupoLaProvincia)