La compañía biotecnológica argentina Inmunova avanza con INM004, un medicamento biológico compuesto por anticuerpos para tratar el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH). Argentina, según la OMS, tiene la mayor incidencia mundial de esta enfermedad en menores de 5 años al afectar a entre 300 y 400 niños y niñas por año. Se transmite por ejemplo mediante la contaminación de alimentos o agua, daña de manera aguda a los riñones y no hay tratamiento conocido hasta el momento. Además, afecta principalmente a niños, pero también a ancianos y aquellos que, por padecer otras enfermedades, tienen su sistema inmunológico deprimido. El estudio ya está en su fase III y se realizará en simultáneo en más de cuarenta centros de salud de Argentina y Europa.
El SUH es causado por un tipo de la bacteria Escherichia coli que produce la toxina Shiga. Según el sitio web del ministerio de Salud nacional, esta puede causar una diarrea sanguinolenta que, usualmente, se cura sola, pero que puede complicarse y desarrollar esta enfermedad en niños y trastornos de coagulación en adultos. Así, el tratamiento que ensaya Inmunova está basado en anticuerpos policlonales que actúan contra la toxina Shiga producida por la bacteria Escherichia coli.
“Se trata de inyectar anticuerpos externos al paciente desde etapas tempranas para que hagan efecto lo más rápido posible. Lo que sucede es que, normalmente, las defensas del cuerpo humano son llevadas adelante por los glóbulos blancos que fabrican un armamento de anticuerpos contra algo patógeno. En el caso del SUH, estos anticuerpos tardan entre siete y diez días en generarse y, para ese momento, la enfermedad ya avanzó“, explica Ian Roubicek, coordinador médico del ensayo clínico INM004, a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.
Al entrar al cuerpo, la toxina Shiga pasa a la sangre e inflama y destruye las paredes de las arterias más pequeñas, donde se concentran los glóbulos blancos, rojos y plaquetas. “A los chicos les baja la cantidad de plaquetas, se ponen pálidos y se tapan las arterias, en especial las del riñón. Allí, comienza un cuadro con imposibilidad de orinar que deriva en una internación del paciente”, detalla.
La importancia del tratamiento que se investiga es vital: en nuestro país, más de la mitad de los pacientes menores afectados puede sufrir daño renal grave, con requerimiento de internaciones prolongadas y diálisis para ayudar a los riñones a filtrar los desechos y líquidos. Asimismo, aproximadamente el 3 por ciento de las niñas y niños que desarrollaron SUH en Argentina mueren y muchos otros quedan con secuelas de por vida, como daño renal o lesiones neurológicas. De hecho, esta enfermedad es la primera causa de insuficiencia renal aguda en pediatría, y la responsable de alrededor de un 20 por ciento de los trasplantes de riñón en niños y adolescentes.
“Especulamos que la medicación dure, al menos, cinco días en el cuerpo para que la toxina se neutralice completamente y no siga haciendo daño”, afirma el médico. Para ello, se aplicarán dos dosis en dos días consecutivos.