La Universidad Tecnológica Nacional (UTN), Facultad Regional Bahía Blanca, manifestó su preocupación por la falta de un presupuesto que está afectado la situación económica de la institución.
Por decisión del gobierno de Javier Milei, las universidades públicas de todo el país deben funcionar con el mismo presupuesto del año pasado, sin la actualización por inflación pese a las subas de precios que superaron el 200 por ciento. Y por eso, están aplicando restricciones.
A través de una resolución que se elaboró en el marco de una sesión del Consejo Superior, se advirtió que “si no hay inversión estatal, no habrá impacto positivo en la creación de nuevos e innovadores empleos, generación de productos, servicios ni crecimiento económico”.
Señalan en ese aspecto que la UTN lleva 70 años formando profesionales para la investigación, la industria y el desarrollo “gracias a la inversión que hace la sociedad en su conjunto” y que es trascendente mantenerla ya que el país está en un nuevo ciclo de industrialización traccionado por la transición energética, habida cuenta que la industria del petróleo y gas quintuplicará la producción actual, y de importadores de energía se pasaremos a ser exportadores de energía hacia los países limítrofes y al resto del mundo.
Además, que el desarrollo de la minería, particularmente el litio, tendrá una evolución exponencial y las energías limpias principalmente eólica y solar, el hidrógeno verde, la eficiencia energética y distribuida implican un gran desafío tecnológico.
“Para ese crecimiento la industria demandará infraestructura, nuevas plantas industriales, gasoductos, oleoductos, nuevos parques eólicos e industriales, infraestructura vial, ferroviaria y portuaria que a su vez demandará profesionales y consideramos que la ciencia y la tecnología debe estar presente en este proceso”, añadieron.
El Consejo Superior manifiesta que la estanflación anunciada por el gobierno nacional ya se está verificando a partir de un impacto negativo en la producción en fábricas, alta inflación y caída del poder adquisitivo de los salarios.
Por eso, piden que se actualicen los fondos destinados al funcionamiento de la universidad, triplicando el valor actual, que permitan garantizar las funciones de la docencia, investigación, vinculación y extensión, y la compra de equipamiento y mejora de la infraestructura.