Tras el impacto mundial que generaron los ataques armados provenientes de la Franja de Gaza contra el sur de Israel, el presidente Alberto Fernández ordenó reforzar la seguridad de la comunidad judía en el país.
“El Gobierno argentino condena las acciones terroristas de Hamas contra el territorio israelí y hace un llamamiento para que se ponga fin a la violencia y se garantice la protección de la población civil”, señaló la Cancillería en un comunicado.
En ese plano, el ministerio de Exteriores manifestó “su solidaridad con el pueblo israelí y expresa sus sentidas condolencias a los familiares de las víctimas”.
La vocera de la Presidencia, Gabriela Cerruti, confirmó que el presidente “ordenó hoy reforzar la seguridad de todos los ámbitos de la comunidad judía”.
Asimismo, dispuso el alerta en la frontera de la Gendarmería y los organismos dependientes de Migraciones, Agencia Federal de Inteligencia y Policía de Seguridad Aeroportuaria, al tiempo que “puso a disposición del gobierno de Israel la inmediata ayuda humanitaria”.
Por los antecedentes, este ataque no es un dato menor para la Argentina. El 18 de julio de 1994 se produjo el mayor atentado terrorista de la historia del país, el ataque a la AMIA.
Aquel día, un coche bomba se estrelló contra la Asociación Mutual Israelita Argentina, dejando un saldo de 85 muertos y 300 heridos. Además, en 1992 ya se había producido otro episodio similar, cuando un furgón cargado con explosivos se estrelló contra el frente del edificio de la Embajada de Israel, dajando 22 muertes y 242 personas heridas.
FUENTE: Infocielo
Foto: NA – Reuters / Mohammed Salem