Todo surge a partir del pedido de la bahiense María Cecilia Bravo, quien luchaba por ser contratada como chofer por algunas de las empresas que prestan el servicio de transporte público de pasajeros.
Había demandado tanto a Bahía Transporte Sapem como a San Gabriel por no haberla contratado cuando se habían abierto cupos para sumar nuevo personal.
Los jueces Diego Fernando Ucin, Elio Horacio Riccitelli y Roberto Daniel Mora remarcaron en su fallo que las empresas demandadas, pese a contar con un plantel en conjunto de casi 500 choferes, no tenían contratada a ninguna mujer. “La realidad evidenciada en el presente litigio resulta, por cierto, más que idónea para inducir la existencia de un trato discriminatorio”, aseveraron.
Y ordenaron “que el 25% de las vacantes sean asignadas a mujeres que posean licencia de conducir habilitante y reúnan las demás condiciones reglamentarias para ello”.