Los bonos en dólares registraron una significativa demanda a lo largo de la jornada del martes. La suba de las cotizaciones osciló entre el 1,5% y el 2%, lo que provocó una fuerte caída del riesgo país. El indicador volvió así a su nivel más bajo del año, finalizando en la zona de 550 puntos básicos. De esta forma, volvió a los niveles de enero pasado.
El mercado reaccionó de forma muy positiva tras el anuncio de un programa de compra de dólares, que comenzará en enero. La medida era muy esperada entre los inversores, que ven al Banco Central endeble y expuesto a cualquier shock externo.
Según se adelantó, la idea sería comprar alrededor de USD 10.000 millones a través de emisión de pesos. Pero si la demanda de dinero acompaña podría incluso estirarse a los USD 17.000 millones. El objetivo es que estas futuras compras no sean aplicadas a cancelar deuda, sino que fortalezcan el nivel de reservas.
El AL30 en dólares subió 1,7%, mientras que el AL35 trepó 2%. La mejora fue de tal magnitud que los bonos que cotizan con ley Nueva York quedaron en todos los casos con rendimientos por debajo del 10%.
El ministro de Economía, Luis Caputo, indicó ayer por la noche en un programa de streaming que el vencimiento de deuda de enero “no es un problema”. El funcionario destacó que el Tesoro acumuló cerca de USD 1.700 millones, a lo que se suma la colocación reciente de un bono en el mercado local por USD 910 millones. Reiteró que se mantiene firme la oferta de bancos internacionales para otorgar una línea de financiamiento por hasta USD 7.000 millones.
La caída del riesgo país a la zona de 550 puntos básicos significa que el Gobierno se acerca a la posibilidad de colocar deuda en el mercado internacional, uno de los grandes objetivos de cara al 2026.
Un dato no menor es que la mayoría de los países emergentes tuvieron este año una importante compresión de rendimientos, ante un aumento de la inversión de fondos extranjeros. El ingreso de capitales también provocó la apreciación de las monedas, especialmente en Latinoamérica.
Argentina este año se quedó afuera de ese movimiento: los bonos sufrieron un fuerte deterioro durante casi todo el año y el peso estuvo entre las monedas que más se devaluaron.
Ambos movimientos ocurrieron por la fuerte tensión generada a lo largo del año por las elecciones legislativas. La previa electoral provocó no solo un nivel récord de dolarización, sino además un elevado nivel de ventas de activos locales, tanto acciones como bonos.
Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, sin embargo, no acompañaron el buen desempeño de los bonos. Terminaron en parte afectadas por una jornada volátil en el mercado neoyorkino. Y además los inversores se pusieron más cautos por balances flojos del tercer trimestre, en particular en el sector bancario. Para delante se espera que los balances mejoren pero que lo hagan de una manera muy gradual.
El mercado está atravesando un pico de optimismo en relación con el Gobierno y las perspectivas de la economía argentina. “Anuncian compras de reservas y antes de que puedan comprar un dólar los bonos vuelan y pasan a rendir tasas de un dígito. Por lo tanto, no necesitan comprar ya que pueden salir al mercado para refinanciar”, explicó Santiago López Alfaro, presidente de Dracma Investment.
Todas las miradas estarán puestas en las próximas semanas en el momento preciso en que Argentina podría regresar a los mercados internacionales. Si el riesgo país perfora los 500 puntos, algo que podría ocurrir en breve, es probable que en enero, luego de las fiestas, el Gobierno pueda realizar su primera colocación internacional.
FUENTE: INFOBAE




