Bahía Blanca volvió a encenderse anoche con uno de sus clásicos culturales más esperados: la Noche de los Museos, una propuesta que invitó a recorrer, redescubrir y habitar los espacios que preservan nuestra historia y cuentan quiénes somos.
Con entrada libre y gratuita, los museos de la ciudad abrieron sus puertas hasta la medianoche y se transformaron en puntos de encuentro, memoria y comunidad. Desde muy temprano, familias, grupos de amigos y visitantes se sumaron a la recorrida que ya forma parte del calendario cultural bahiense.
Un viaje colectivo por el patrimonio local
Como cada año, los colectivos de la línea naranja marcaron el pulso del circuito nocturno. Subimos a uno de ellos y conversamos con vecinos que se acercaron para disfrutar de una experiencia que mezcla arte, historia y emoción.
“Es un plan hermoso para compartir en familia”, contó una vecina mientras esperaba su turno para ingresar. Otros destacaron la posibilidad de conocer museos que nunca habían visitado o reencontrarse con espacios cargados de recuerdos.
Museos abiertos, ciudad despierta
Hubo muestras, intervenciones, visitas guiadas y actividades especiales en cada sede. Una invitación a mirar de nuevo nuestro patrimonio, celebrar la diversidad de expresiones culturales y fortalecer el vínculo entre los museos y la comunidad.




