Por: Fernanda Román – Abogada especializada en Derecho Previsional, Vejez y Familia
La ONU fijó para 2025 el lema “Las personas mayores impulsan la acción local y global: nuestras aspiraciones, nuestro bienestar y nuestros derechos”. En Argentina, sus derechos tienen jerarquía constitucional desde 2022 (Ley 27.700, noviembre de 2022). Del homenaje a la gestión con metas: ya no alcanza con visibilizar, hay que presupuestar, ejecutar y rendir cuentas.
Del saludo a las obligaciones
El Día Internacional de las Personas Mayores se conmemora cada 1 de octubre desde 1990. Este año, la consigna de Naciones Unidas es clara: las personas mayores conducen la acción, no “acompañan”. Eso implica participación vinculante en el diseño, la implementación y la evaluación de políticas. El objetivo de la ONU no son mesas simbólicas, sino resultados medibles.
En abril de 2025, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó la Resolución 58/13 y creó un grupo de trabajo intergubernamental de composición abierta para redactar un instrumento jurídicamente vinculante sobre los derechos de las personas mayores, dando el primer paso formal hacia la construcción de un instrumento global.
Un país envejecido que debe planificar
Ya hemos resaltado en varias oportunidades que Argentina es uno de los países más envejecidos de América Latina: alrededor del 16% de la población tiene 60 años o más y ese porcentaje seguirá creciendo. Planificar políticas sin ese dato es planificar mal. Según organismos internacionales, actualmente la esperanza de vida global es de 73,5 años, número que irá en escalada, ya que se proyecta que hacia mediados de la década de 2030 las personas de 80+ superarán a los bebés y que para 2080 habrá más personas de 65+ que menores de 18 años. Los números son alarmantes si no planificamos un abordaje serio, integral e interdisciplinario de esta segunda mitad del ciclo de vida.
Desde noviembre de 2022, la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores tiene jerarquía constitucional en nuestro país. Traducción simple: el Estado —los tres poderes y todos los niveles— debe promover, proteger y asegurar derechos concretos: salud, seguridad social, cuidados, accesibilidad, vida libre de violencia y edadismo. progresar en la garantía de derechos y no retroceder. Al tener jerarquía constitucional, el paso siguiente es claro: menos discurso y más ejecución.
Qué podemos hacer como comunidad?
• Contratar y escuchar: la experiencia es valor, no costo.
• Diseñar servicios pensando en 60+ desde el inicio (no parches de último momento).
• Cortar el edadismo: chistes y sesgos se traducen en discriminación y puertas cerradas.
• Reconocer y redistribuir el cuidado: hoy las mujeres realizan alrededor del 70% del cuidado informal.
El 1 de octubre no es un saludo: es agenda pública. Con personas mayores liderando lo que les compete y participando en la decisión junto al resto de la comunidad, y con el Estado rindiendo cuentas, pasamos del homenaje al cumplimiento efectivo de derechos. Ese es el estándar que fijan la ONU (a nivel global) y la Convención Interamericana (en lo regional).