La cancha de bochas del Club Leandro Alem quedó totalmente destruida tras la catástrofe que azotó Bahía Blanca. Un espacio que durante años fue testigo de encuentros, amistades y pasión por el deporte.
Detrás de cada baldosa rota y cada tabla caída, habaía historias, deportistas que soñaban con volver a jugar, con compartir risas, desafíos y alegrías.
A partir de la necesidad comenzaron las colaboraciones, grandes gestos que llevaron a la reconstrucción y la esperanza de volver a ponerse de pie.
El pasado sábado 16 de agosto fue el momento de devolverles esa felicidad y se concretó la reinauguración del estadio Juan Laurona.