Mónica Cid, madre de Micaela Ortega —la niña bahiense víctima de grooming y femicidio en 2016—, es hoy una de las principales impulsoras de políticas de prevención y acompañamiento frente a este delito.
Durante la presentación de los avances del Programa PAR y Escuelas en Paz, Mónica compartió su experiencia como integrante del equipo que acompaña a familias afectadas:
“Nosotras sufrimos no tener el acompañamiento en una comisaría o fiscalía. El objetivo de este espacio es que eso no vuelva a suceder”.
Actualmente, el dispositivo municipal trabaja en 23 casos de grooming, con 12 denuncias ya realizadas. Mónica forma parte activa del seguimiento, la contención emocional y la ayuda a familias que atraviesan situaciones de abuso digital.
“Un niño contactado con fines sexuales ya está siendo abusado, o va camino a serlo. Hay que actuar desde el primer momento”.
Su testimonio, atravesado por una historia profundamente personal, hoy es motor de una política pública que busca que ninguna infancia vuelva a estar sola frente al grooming.
Por su parte, Evangelina Castro, desde la Dirección de Derechos Humanos, explicó que el Programa de Acompañamiento en Red (PAR) ofrece un enfoque interdisciplinario, confidencial y humano. El objetivo es estar presentes desde el primer momento, escuchar, contener y también organizar el relato para que pueda transformarse en una denuncia clara y útil para la Justicia.
“Después de contener, hay preguntas que hay que hacer: ¿Quiénes son los perfiles? ¿Qué redes usaban? ¿Hubo intercambio de material? ¿Se mandó una foto con la cara? Ordenar lo emocional es clave para ayudar a Fiscalía en la investigación”, señaló.
El equipo también detecta que ningún niño o niña llega solo a pedir ayuda: son los adultos quienes, al notar cambios en el comportamiento o descubrir imágenes inusuales en los celulares, activan la consulta. A partir de allí se construye un acompañamiento sostenido, que busca proteger a las infancias sin revictimizarlas.
“A veces los padres ni siquiera saben que lo que está pasando se llama grooming, pero ven a sus hijos angustiados o confundidos. En esos casos es clave contener y explicar”, explicó Cid.
En un contexto de fuerte avance de las tecnologías, el trabajo de este equipo es una respuesta concreta y comprometida para cuidar a las infancias también en el mundo digital.