Autoridades, referentes comunitarios y vecinos se reunieron para rendir homenaje a las víctimas y renovar el reclamo de justicia.
A 31 años del atentado que dejó 85 víctimas fatales y más de 300 personas heridas, Bahía Blanca se sumó al homenaje nacional por el ataque a la sede de la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994. La ceremonia local tuvo lugar ayer en la Plaza Rivadavia, frente al monumento que recuerda a quienes perdieron la vida en aquel acto de terrorismo.
El acto fue acompañado por el Municipio de Bahía Blanca y contó con la presencia del intendente Federico Susbielles, autoridades municipales, representantes de la comunidad judía, instituciones interreligiosas y vecinos.
“Hace 31 años, un atentado brutal golpeó el corazón de nuestro país. El ataque a la AMIA no fue solo un crimen contra la comunidad judía, fue un acto de violencia contra todos los argentinos”, expresó Susbielles. “La falta de justicia es una herida que no cierra, porque aún hoy no hay verdad completa ni responsables condenados. No es solo una deuda con las víctimas y sus familias, es también una deuda con la democracia”, agregó.
También tomó la palabra Gabriel Anmuth, titular de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) en Bahía Blanca, quien remarcó la necesidad de sostener la memoria y fortalecer el compromiso colectivo frente a toda forma de violencia:
“Frente al terrorismo no caben dudas ni relativismos. La condena debe ser unánime. Educar en la paz, convivir en la diversidad y rechazar toda forma de odio es parte del legado que nos dejan las víctimas”.