En los primeros seis meses del año ya se cometieron el 72% de todos los crímenes de odio registrados en 2024, año que también había habido marcado un serio incremento. “Sorprende el aumento de crímenes de odio en nuestro país, pero es coherente con el clima de violencia hacia nuestra comunidad promovida desde el gobierno nacional”, advirtieron desde el Observatorio de Crímenes de Odio LGBT+.
Integrar la comunidad LGBT+ en Argentina cada vez es más riesgoso. En el primer semestre se cometieron 102 crímenes de odio, una cifra alarmante, en un contexto de violencia creciente y ataques permanentes desde la cúpula gobernante, añadió.
El escenario político actual resulta clave para comprender esta radicalización: el Estado pone en peligro a las diversidades por acción (construye un enemigo social en anuncios oficialistas y elimina organismos de asistencia) y por omisión, al negar desigualdades estructurales históricas. “No podemos permitir que el odio se convierta en doctrina oficial ni que se naturalice la violencia”, añadieron.
El poder del discurso.
María Rachid, presidenta de la Federación Argentina LGBT+ y de OLA (Orgullo Latinoamericano), no tiene dudas de que este aumento de la discriminación y las agresiones físicas contra las personas LGBT+ refleja la potencialidad de la palabra.
Del total de víctimas de crímenes de odio registrados en lo que va de 2025, el 70,6% (72 casos) corresponden a mujeres trans. Luego se ubican los varones gay cis con el 16,7% (17); las lesbianas con el 6,9% (7); los varones trans, con el 4,9% (5), y finalmente una persona no binaria, que representa el 1% del total.
En todos estos casos la orientación sexual, identidad o expresión de género fue determinante para las víctimas, ya que fue el pretexto utilizado para vulnerar sus derechos y ejercer violencia contra ellas.
(ElDestape)