Un verdadero fenómeno es el que se vive con el tortugo Jorge, que tiene una historia de más de 40 años de cautiverio y que en abril pasado fue liberado en Mar del Plata, luego de una vida que transcurrió en su mayor parte en un acuario de Mendoza y la última en el ahora cerrado Mar del Plata Aquarium.
Al cabo de estos meses llegó a las aguas del norte de Brasil, de donde es oriundo, recorrido que se tiene presente y detallado gracias a que antes de ser devuelto al mar se le colocó un equipo satelital que delata su ubicación cada vez que asoma a la superficie.
Su historia fue tomada en estos últimos días por el diario O Globo, de los más conocidos de Brasil, donde se contó de la presencia del reptil en aguas cercanas a la Bahía de Guanabara y la sensación que ha causado entre los habitantes, en particular la gente que trabaja en la pesca, pendientes de ver si lo cruzan mientras navegan.
“Pasó por Uruguay y, como esperábamos, comenzó a dirigirse hacia Bahía. Pero, en el camino, entró en la bahía y ahora se encuentra en la región de la Isla del Gobernador”, dijo Suzana Guimarães, coordinadora general del Proyecto Aruanã, que trabaja en la conservación de tortugas marinas.
En es amisma publicación se cita a José Roberto Santos, más conocido como Tinguá, un pescador en Itaoca, São Gonçal. Es uno de los que confirma que saben que Jorge está en zona y por eso se están moviendo con mucho cuidado, un poco para divisarlo y otro poco para informar de su presencia y ubicación a las autoridades.
“Todos quieren sacarle una foto a Jorge. A veces incluso se olvidan de pescar solo para ver si lo encuentran”, bromeó el pescador y confirmó que están advertidos e informados de los cuidados a tener y medidas a tomar si es que lo avistan en cercanías. “Tenemos un grupo de pescadores con el número de teléfono del personal del Proyecto Aruanã. Si lo encontramos, les avisamos de inmediato. Todos saben que tenemos que protegerlo”, confirmó.
En la nota se amplía que el caso de Jorge se ha estudiado como un ejemplo de la reintroducción exitosa de animales marinos a la naturaleza. Se explica allí que Jorge es una tortuga boba que se convirtió en celebridad internacional tras regresar a mar abierto tras 40 años en cautiverio.
Nació en la costa de Bahía en la década de 1960. En 1984, con alrededor de 20 años, Jorge fue encontrado herido en una red de pesca en la ciudad portuaria de Bahía Blanca, Argentina. Finalmente fue trasladado al Acuario de Mendoza, donde permaneció hasta 2022.
En el momento de su rescate, la rehabilitación y reintroducción de animales marinos aún no eran prácticas comunes. Como resultado, la tortuga pasó cuatro décadas confinada, lejos del océano.
“La decisión de devolverlo al mar se tomó en 2022. Fueron tres años de readaptación”, explicó Laura Prosdocime, investigadora del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN-CONICET).
Durante este tiempo, Jorge tuvo que reaprender a comer alimentos naturales, nadar en espacios amplios e interactuar con otros animales marinos.
Su liberación final tuvo lugar en abril de 2024, en Mar del Plata. Desde entonces, Jorge ha sido monitoreado satelitalmente por investigadores. Y para sorpresa de todos, en lugar de dirigirse directamente a Bahía, la tortuga se desvió y terminó en la Bahía de Guanabara, en Río de Janeiro.
