Giuliana Ferreira, es mamá de Ezequiel, un adolescente de 14 años que necesita una cirugía urgente por una escoliosis severa que avanza rápidamente y afecta su calidad de vida. A su diagnóstico se suman epilepsia y un retraso cognitivo, por lo que su tratamiento implica no solo la operación, sino también terapias múltiples de recuperación.
“Ezequiel tiene 14 años. Él, de chiquito, sufre de epilepsia, no habla y tiene distintos factores de enfermedad. El año pasado nos dijeron que tenía que operarse por una escoliosis muy grave en la columna”, relató Giuliana.
La madre presentó en octubre los papeles correspondientes a la obra social, pero nunca recibió una respuesta concreta.
“Me dijeron que iba a tardar entre tres y cuatro meses. Llegamos a enero sin novedades. Llamé a Buenos Aires, me mandaron a Bahía, y de Bahía de nuevo a Buenos Aires. Hasta hoy, nadie me dio una solución”, expresó con angustia.
El avance de la escoliosis provoca dolores físicos constantes y limita cada vez más la movilidad de Ezequiel.
“Últimamente está muy dolorido. Sale a caminar, pero a la hora ya no puede más. Todo se le está yendo para el lado derecho y cada vez le cuesta más. La operación es cara porque necesita prótesis, y luego una recuperación de 6 a 7 meses”, explicó.
A esto se suma la necesidad de tratamientos complementarios como psicología y terapia ocupacional, fundamentales por su condición neurológica. Mientras la burocracia avanza lentamente, au mamá sigue luchando con los recursos que tiene.
“Soy monotributista. Trabajo en una verdulería y vendo tortas. Estamos organizando actividades como la venta de empanadas para recaudar fondos”, contó.
También lograron el acompañamiento de una abogada que los está ayudando a presentar un recurso de amparo para que la obra social responda.
“Ojalá nos escuchen. Estamos muy agradecidos por el apoyo, pero Ezequiel necesita esta operación ya. No puede seguir esperando.”