Nicolás García, quien iba de acompañante en la moto junto a Insabraldis ese día de camino a tomar sus tareas habituales en el trabajo, sufrió graves heridas que lo mantuvieron internado durante mucho tiempo debido al impacto de la camioneta de Peralta quien iba a alta velocidad circulando, “es el momento más duro de nuestras vidas, ver perder a un amigo al lado y perder una pierna, es un detalle a comparación de perder la vida y tener a la familia acá al lado, tiemblo de pensar lo que deben sentir”.
Recordó lo difícil que fue y es seguir adelante, “Es muy difícil, duro, íbamos a trabajar y me despierto después de 22 días, sin poder hablar, caminar, lleno de fierros, pasaron dos años y no fue el tiempo suficiente para recuperarse, todavía sigo pensando mucho en eso y cuesta mucho recuperarse”.
Declaró además lo se acuerda de ese día, “Espero encontrar justicia y la verdad, que sea consciente de lo que pasó y que salga la verdad. Fue un día normal, mi amigo me pasó a buscar para ir a trabajar y fuimos impactados por una camioneta que iba a gran velocidad. En el lugar no había luces, ahora las tiene gracias al pedido de la familia, era una boca de lobo el ingreso a la ciudad”.
Hoy será el primer día que le vea la cara a quien causó el accidente ese día “Trataba de no pensar en esto, se hace imposible llegando a estos días, lo tenía presente, si lo pensaba de esa manera no me iba a recuperar, traté de salir adelante buscando trabajo, de enfrentar y agradecer que estoy acá, y hoy su familia no puede abrazar a su hermano y a su hijo. Nunca tuve contacto con el conductor, nunca se acercó al hospital, mis sentimientos me los guardo porque las emociones son muy intensas”.