El Gobierno sigue convencido de que la economía recibirá una fuerte afluencia de dólares. De las diferentes canillas que buscan abrir, el equipo de Luis Caputo trabaja por estas horas en atraer los dólares “bajo el colchón” para su uso en operaciones habituales, algo que ya intentó incentivar en el verano mediante la tarjeta de débito en dólares, pero que se quedó a mitad de camino.
Según publicó Clarín, el método de compra servirá para mucho productos, desde la cuenta de un restaurante hasta un auto. “Se va a habilitar el pago de cualquier cosa en dólares, desde QR hasta tarjeta de débito, mostrás el celular y listo, hoy no podés ir al restaurant y pagar la comida con dólares”.
La medida, que se anunciará en dos semanas, se terminará de ajustar con una resolución de ARCA, el organismo que preside Juan Pazo.
Caputo anunció el martes que busca “remonetizar” la economía para que siga creciendo. “Cada vez van a circular más dólares”, anticipó. Es una obsesión que mantiene desde el inicio del blanqueo, que sumó US$ 15.000 millones en los depósitos en 2024. En agosto, anunció medidas para que se pudiera comprar “desde una gaseosa a un auto 0km” con divisas a través de la tarjeta de débito.
Si bien las emisoras de tarjetas tenían todo listo en septiembre, el Banco Central reglamentó la modalidad en enero pasado y comenzó a utilizarse recién entre marzo y abril, sin mucho entusiasmo. “No fue mucho, solo algunas empresas, sobre todo de turismo, ventas de paquetes aéreos, viajes”, precisó una fuente del sector financiero, donde igualmente creen que pasó poco tiempo para evaluar su éxito.
Una de las patas que quedó trunca es que el Central nunca habilitó el pago en dólares con QR, utilizando dinero en cuenta o tarjeta. La expectativa en las billeteras virtuales es que avancen ahora. Dicen que las autoridades del BCRA les aseguraron en su momento que la medida dependía de la apertura del cepo. Pero desde la entidad aseguran que todavía “no hay nada”.
En el equipo de Caputo, aseguran que “van a venir dólares por inversiones y flujos de capitales”, y creen que ya hay algunas señales. Apuntan al incremento de US$ 760 millones en las reservas (sin contar los US$ 12.000 millones del adelanto del FMI y el desembolso de US$ 1.500 millones del BID), aunque el Banco Central atribuyó las variaciones al aumento del oro, que subió un 8% desde principios de abril.