Un mes después de la catástrofe natural más grande de la ciudad de Bahía Blanca, uno de los lugares más afectados fue el Hospital Interzonal Dr. José Penna, que resultó gravemente dañado al haber ingresado más de 50 cm de agua en la zona de terapia intensiva y del quirófano.
La Agencia Noticias Argentinas estuvo presente en el nosocomio y se comunicó con Jorge Moyano, Director General del Hospital, quien detalló el traslado de los pacientes que se encontraban en la vulnerabilidad de terapia intensiva.
“Tuvimos que cambiar todo el sistema de atención y toda la complejidad del subsuelo, el cual se perdió con la inundación, es así como trasladamos algunas de las prestaciones de abajo a el nivel 0 como, por ejemplo, hicimos que volviera a funcionar un laboratorio en el pasillo uno, también reacomodamos el sector de diagnóstico de imágenes en el tramo dos. Luego, en el tres, estamos haciendo una guardia de baja complejidad”, comentó Moyano ante las modificaciones que sufrió el establecimiento a causa del temporal.
Además, manifestó dónde fueron los pacientes al ser trasladados: “Al final de los pasillos tenemos dos guardias de sala de internación mínima y, por otro lado, los de mayor complejidad están siendo recibidos en otros hospitales de la ciudad y de la provincia de Bahía Blanca”.
“En el subsuelo donde estaba terapia intensiva el agua llegó a tener 80 cm de agua, donde también se encontraban las áreas de neonatología, guardia y quirófano, las cuales fueron inundadas”, agregó el director.
Sobre la refacción del lugar y cómo se levantan ante el gran temporal, Moyano respondió: “En este momento el equipo del hospital está reconstruyendo todo el subsuelo en conjunto con la dirección de infraestructura del Ministerio. Este es un trabajo que vienen sosteniendo hace más de 20 días”.
“Ahora entró una empresa especializada en renovar los pisos y revisar todos los tomacorrientes. Este proceso puede llevarnos entre 30 y 40 días para poder reconstruir y volver a la normalidad”, añadió.
Por último, concluyó: “Nuestra idea es trasladar todo a la planta alta para que esto no vuelva a pasar y en caso de que así sea, poder estar preparados”.
Quien también contó cómo la tormenta destrozó el lugar de trabajo fue el director de terapia intensiva, Carlos Cuchetti.
“Nosotros nos encontramos en el subsuelo y eso fue realmente bastante devastador porque el agua entraba hasta 40 o 60 centímetros, casi a la altura de la rodilla”, clarificó.
En tanto, comentó cómo fue ese 7 de marzo al encargarse de salvar vidas: “En ese momento teníamos seis pacientes internados, de los cuales cinco estaban con respirador. Tuvimos una hora que fue bastante drástica, en donde el agua llegó hasta los colchones de la cama, allí es donde empezamos a evacuar y acelerar el proceso de evacuación con camión militar”.
“Todo eso en la oscuridad y eso hizo que las cosas se dificultaran bastante, pero sacamos fuerza hasta dónde teníamos y estábamos todos ahí para salvarlos a todos”, contó.
A un mes del hecho, Cuchetti expresó qué se siente haber pasado por este catástrofe: “Prácticamente fue como tocar el fondo, pero la primera reacción de la gente y de todo el personal de salud fue ponerse la camiseta y arrancar durante más de 10 días consecutivos”.
Por otro lado, se le consultó acerca de la filtración de agua y los materiales que se arruinaron, a lo que declaró: “El agua hizo que desaparecieran el laboratorio, quirófano, lavadero, toda la parte del comedor, la neonatología y la sala de clínica médica”.
“El agua invadió todos los canales, además el hospital es todo madera y eso hizo que la situación se complejizara. Como consecuencia, las camas de terapia intensiva y toda la parte eléctrica tiene 10 centímetros del piso, por ende, esas camas se perdieron”, sumó.
Finalmente, en cuanto a las donaciones, recalcó que llegaron camas y varios pañales, además de monitores y bombas de infusión.
Fuente: (Noticias Argentinas)