Víctor Ferracutti, Director de la Biblioteca Central de la UNS, contó como vienen trabajando para recuperar algunos libros que se mojaron, “la primera es de agradecimiento para todos los colegas de la biblioteca que se han puesto al hombro la tarea de recuperación y lo inmediato siguiente es la fe y la esperanza, porque el impacto ha sido devastador desde el aspecto técnico bibliotecario, nosotros optamos con trabajo tratar de recuperar lo que se pueda”.
Detalló además el trabajo que se empezó a hacer en el lugar, “Como nosotros teníamos la mayor parte de la colección en el subsuelo tuvimos que empezar por lo básico que era achicar agua y eso nos llevó hasta el lunes y luego el descarte para que no se generen hongos y bacterias en el sector y que lo hagan inaccesible y si después el rescate de aquellos libros secos porque estaban en estanterías superiores y el tratamiento o intervención de aquellos libros mojados y valiosos también para algunos de los criterios que establecimos”.
“Se trataba con mucho detalle, conocimiento y conceptos, pero que tienen algunos recorridos en otros lugares de nuestro país, hemos recibido asesoramiento de especialistas, ya sea del Centro Regional de Conservación y Preservación del papel de Córdoba y también de nuestra Biblioteca Nacional Argentina que en esta semana nos está enviando parte de su personal para poder supervisar en territorio la tarea”, afirmó.
En cuanto a lo que se pueda recuperar consideró que “Si hablamos de números no, lo que se recupera es una proporción muy pequeña, creemos que podremos recuperar 500 libros de los 70 mil mojados, del valor sí porque esos 500 son muy valiosos, que no se consiguen en otros lados o conforman parte de la historia de nuestra universidad con textos de nuestros profesores o personalidades destacadas que han transitado este espacio. Si bien iniciamos un proceso de digitalización, por volumen no estaban digitalizadas”.
Destacó además la importancia que tiene la biblioteca para cualquier universidad, “De toda la vida la biblioteca es el corazón de la universidad, es eso en las épocas modernas con toda la transformación digital siguen siéndolo porque es un espacio de creación y de distribución del conocimiento, esa cuestión que va de la mano de lo digital no ha sido afectada, tenemos nuestros sistemas en línea, pero ese espacio de encuentro que representa una sala de lectura, un espacio de debate, desarrollo de las capacidades críticas, esto tiene un gran impacto en la biblioteca. Tenemos distintos espacios de trabajo en el subsuelo, el mobiliario todo afectado, algunas computadoras, los lectores de microfilms y las estanterías como son metálicas creemos que alguna podemos recuperar”.