Un informe reciente del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), junto con investigaciones publicadas en la revista Water and Health, revela que gran parte del interior de la provincia de Buenos Aires, incluyendo Villarino, enfrenta niveles de arsénico en el agua superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según el “Mapa de Arsénico en Argentina”, dos puntos en el distrito están marcados en amarillo, lo que indica una concentración de entre 10 y 50 microgramos por litro, un nivel que requiere medidas de precaución.
El impacto del arsénico en la salud
El arsénico es un elemento natural presente en el agua subterránea de muchas regiones del país. Sin embargo, su exposición prolongada puede causar enfermedades graves, como el Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE), además de lesiones cutáneas, cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes. Por esta razón, la OMS lo incluye entre las diez sustancias químicas más peligrosas para la salud pública.
En Argentina, más de 17 millones de personas consumen agua con niveles de arsénico que superan el límite de 10 microgramos por litro establecido por la OMS, según un estudio liderado por Alejandro Oliva, del Programa de Medio Ambiente y Salud de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Este análisis, basado en datos de 12 provincias, advierte que el problema afecta a Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, y a varias provincias del norte.
Detalles específicos para Villarino
En Villarino, los puntos monitoreados corresponden al Establecimiento Isla Verde, con una concentración de arsénico de 24.3 ppb, y la Escuela Rural N°53, donde se registraron 29.2 ppb. Según el ITBA, estas cifras están dentro del rango de precaución (10 a 50 ppb), lo que implica que, aunque el agua es consumible, es necesario completar estudios para determinar si su ingesta prolongada podría aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como el HACRE.
El ITBA también señala que la contaminación por arsénico en el agua es un fenómeno natural y constante, relacionado principalmente con la profundidad de los pozos. Por lo tanto, la calidad del agua puede variar significativamente entre distintas áreas o fuentes de suministro dentro del distrito.
Soluciones necesarias
La situación exige medidas para garantizar agua segura. Entre las posibles acciones están:
- Instalación de plantas de tratamiento para reducir los niveles de arsénico en el agua.
- Uso de filtros domésticos que permitan una filtración adecuada.
- Monitoreo constante de los pozos de agua en el distrito para detectar y controlar concentraciones peligrosas.
- Educación comunitaria para concientizar sobre los riesgos y las formas de mitigarlos.