El cierre de 2024 preanuncia el inicio de un año de pura rosca electoral que desembocará en la renovación parcial del Congreso.
Con la renovación de 127 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 escaños del Senado se materializará una nueva configuración interna de fuerzas en cada una de las cámaras legislativas a partir del 10 de diciembre de 2025.
La totalidad de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires renuevan bancas para la Cámara baja, mientras que los distritos que ponen en juego la representación en el Senado (3 bancas por cada provincia) son ocho: CABA, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
En estas elecciones intermedias debutará el sistema de Boleta Única de Papel (BUP) -aprobado por ley 27.781 en octubre pasado- que a diferencia de la boleta partidaria tradicional condensa en una única papeleta toda la oferta electoral, permitiendo combinar votos de distintas agrupaciones políticas.
Si bien el Poder Ejecutivo tiene un proyecto para eliminar las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), no tendría los votos suficientes para emprender semejante reforma electoral, por lo que lo más probable es que se mantenga en pie esta instancia para la selección de los candidatos de cada una de las alianzas políticas.
Las PASO están previstas para el 3 de agosto en tanto que las elecciones generales se desarrollarán el 26 de octubre.
El cronograma electoral ocupará buena parte del año y el primer hito será el 9 de mayo con la publicación del padrón provisorio de electores de todo el país.
El 15 de mayo, en tanto, se cumplirá el plazo para la formalización de las alianzas electorales entre partidos políticos y el 4 de junio se lanzará oficialmente la campaña electoral de cara a las PASO.
Celebrada esta instancia, en la cual solamente quedarán en carrera aquellas agrupaciones que hubieran obtenido al menos un 1,5% de los votos del padrón del distrito, la campaña hacia las elecciones generales se iniciará el 21 de septiembre.
En cada distrito, los cargos para diputados nacionales (cuyos mandatos duran cuatro años) se distribuyen en función del sistema de proporcionalidad D’Hont, y quedan excluidas aquellas agrupaciones o alianzas que obtengan menos del 3% del padrón del distrito.
Para cubrir los cargos en el Senado (mandatos de seis años), en cambio, el criterio es otro: dos bancas se reparten a la fuerza que obtiene la mayor cantidad de votos, mientras que la restante le corresponde a la segunda fuerza política.
Unión por la Patria es la bancada que mayor cantidad de bancas arriesga (47 de sus 99 bancas) y para conservar su tamaño actual necesita de una victoria contundente en la provincia de Buenos Aires y recuperar el dominio en algunas provincias que fue perdiendo en los últimos años.
En contraposición, la fuerza política que tiene todo dado para conquistar protagonismo es La Libertad Avanza, ya que en esta elección se ponen en juego las bancas del 2021, cuando los liberales eran un espacio muy incipiente que hizo su desembarco con una módica tripulación de cuatro integrantes (Javier Milei, Victoria Villarruel, José Luis Espert y Carolina Píparo).
El PRO, la UCR, la Coalición Cívica y otros espacios que formaban parte del extinto Juntos por el Cambio afrontarán una situación compleja, ya que buena parte del electorado antikirchnerista que históricamente los acompañó desde el 2015 se desplazó hacia La Libertad Avanza.
En lo que refiere a la Cámara de Diputados, la provincia de Buenos Aires elegirá a 35 representantes, la Ciudad de Buenos Aires renovará 13, y Córdoba y Santa Fe 9 cada una.
La BUP exhibirá los nombres de los primeros cinco candidatos a diputados nacionales de cada fuerza política.
El resto de los distritos arriesga cinco o menos bancas de diputados nacionales, con lo cual no sucederá que no se visualicen en la boleta candidatos con posibilidades de ingresar a la Cámara baja.
Fuente: NA