Licencia de conducir sin vencimiento: qué cambios se preparan para comienzos de 2025
Se trata de una de las reformas que el Gobierno quiere impulsar dentro de otros cambios a la Ley Nacional de Tránsito.
Una de las metas del Gobierno para los primeros meses de 2025 es concretar cambios estructurales en los métodos de gestionar las licencias de conducir y de verificación técnica vehicular (VTV). Así lo expresó el propio ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, a lo largo de todo el año en distintas apariciones en medios masivos de comunicación.
“Hay cambios que no se llegaron a implementar este año, pero están muy avanzados y serán estandartes del gobierno en 2025. Esos dos son temas importantes que servirán para hacer más simple la vida de las personas, y que corresponden a una agenda mucho más ambiciosa que incluye la creación del Registro del Automotor online”, aseguraron fuentes del gobierno en estas últimas horas de 2024.
Entre otras novedades, durante 2025 se planea avanzar fuertemente en la eliminación de la Licencia de Configuración de Modelo (LCM), un trámite por el cual el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) debe homologar cada vehículo que se importará en Argentina.
Este trámite, que es muy complejo, lento y costoso, debe cumplirlo cada auto que circula en el territorio nacional, incluso si tuviera todas las certificaciones industriales de su país de origen y de los mercados más desarrollados del mundo. Eliminar la LCM permitiría allanar el camino para que se puedan importar autos por parte de particulares en el futuro.
Esta es una de las primeras medidas que probablemente se puedan implementar en 2025. En esencia, se trata de eliminar la fecha de vencimiento del carnet de conductor, que actualmente tiene una vigencia de cinco años para las personas menores de 65 años de edad.
El proyecto del gobierno está basado en la idea de que “cuando una persona aprende a manejar, eso no se olvida más. No tiene sentido hacer una renovación que tiene un costo y que sólo representan una pérdida de tiempo innecesaria. Lo que hay que hacer es certificar el estado psicofísico únicamente, que es la única variable que puede cambiar”.
La idea es crear un registro de profesionales e instituciones de la salud que estén homologados para certificar, bajo la figura de declaración jurada, las correctas capacidades mentales y físicas de los conductores. Esa certificación se debería enviar en formato digital e inalterable a través de una plataforma oficial para su revisión y aceptación. Automáticamente, la licencia de conducir, que debía renovar la aptitud física, vuelve a quedar actualizada y vigente.
Algunas objeciones
Desde distintos espacios relacionados con el ámbito de la Seguridad vial, sin embargo, se plantean algunas dudas sobre la efectiva aplicación de este tipo de modelo.
“Argentina tiene que establecer parámetros únicos para el otorgamiento de las licencias de conducir. Hay municipios en los que el examen de primera licencia tiene una exigencia mínima y no certifica aptitud real para manejar en la vía pública. También hay jurisdicciones que otorgan licencia profesional sin tener la capacitación necesaria para transportar personas o cargas. Pero como la Ley Nacional de Tránsito delega la responsabilidad en las provincias, y éstas en los municipios, parece un problema sin solución. Una licencia que no tenga vencimiento, en esas ciudades o provincias, habilitaría conductores que no están en condiciones de manejar de por vida. El control cada cinco años, al menos permite que ante un cambio de gestión o una mejora del proceso de otorgamiento de licencias, reevalúe a los conductores”, aseguraron desde una consultora especializada.
“Hoy tenemos un sistema que al menos obliga a prepararse para la renovación. Más allá de la revisación médica, en un solo trámite se hace todo junto, y el costo que se paga no es tan alto. La revisación médica que propone el gobierno también implicará perder tiempo en la consulta al profesional homologado. Si es un privado habrá que pagar también ese costo, y si es un organismo de salud pública, probablemente insuma más tiempo del que se pierde hoy concurriendo a renovar la licencia a la delegación municipal de tránsito”, señalaron desde una ONG cuyo trabajo es el de generar conciencia vial.
“Es un tema cultural. Hay cambios que van a costar aplicar más en Argentina que en otros países. La idea de tener un médico amigo ya no va a correr, porque ese facultativo va a estar comprometiéndose a nivel profesional y también a nivel penal si emite un certificado de aptitud física falso. Pero hay que cambiar la mentalidad. En Alemania, una persona que siente que no tiene todas sus aptitudes físicas para conducir, lleva su licencia y la entrega a las autoridades. Acá pasa exactamente lo contrario. Hay conductores que no ven, no oyen, que siguen al volante con un nivel de inconsciencia asombroso”, destacó Fabián Pons, fundador del Osbervatorio Vial Latinoamericano (Ovilam) y experto en Seguridad Vial con más de 25 años de trayectoria.
FUENTE: INFOBAE