Desde hace un tiempo desde Senasa se vienen realizando inspecciones en los frigoríficos de Bahía Blanca, generando una especie de clausura momentánea hasta que se tengan las medidas necesarias que el organismo reclama. Tanto INCOB como Viñuela, hoy no están enviando carnes a las diferentes carnicerías de la ciudad por esta situación.
Orlando Acosta, del frigorífico INCOB, refirió que “No diríamos exactamente que nos clausuraron, pero nos dijeron que teníamos dos opciones, o frenan por voluntad propia o levantamos el servicio de Senasa, nosotros tenemos Senasa Nación y decidimos frenar esta semana, hacemos las inversiones y lo que ellos consideraron que deberíamos mejorar para poder reanudar las actividades el lunes, si lo considera la gente de Senasa de Mar del Plata que está viniendo”.
También detalló que no son los únicos que se ven afectados ante esta medida, “Nosotros nos vimos afectados y lo mismo Viñuela que lleva quince días sin faenar y estamos metiendo todo lo que podemos, desde el capital humano para realizar las reparaciones como capital económico, que ya llevamos un mes de las inspecciones y cada vez nos piden más cosas y venimos gastando 60 millones de pesos para poner el frigorífico en condiciones, que no se requerían tal vez porque nosotros no exportamos y las condiciones de salubridad para poder operar las estábamos llevando a cabo, tenemos veterinarios de Senasa que hacen controles sobre la faena”.
Para Acosta están pasando dos situaciones distintas, “Hacemos una doble lectura, entendemos que hay dos cuestiones más que están ocurriendo, una es reducir Senasa Nación, dejar solo el personal del frigorífico de exportación, y por otra parte tenemos la presión que están ejerciendo los frigoríficos de exportación para sacarnos a nosotros que somos de consumo porque se quedan con mayor hacienda y se produce una competencia desleal, donde uno cobra con moneda extranjera, donde tiene el capital para invertir y nos vemos afectados nosotros por esta presión”.
“Creo que en 24hs se va a pensar a sentir el desabastecimiento de la carne, tenemos faena propia y prestamos servicios de faena a usuarios matriculados que hacen su propio reparto y la venta a carnicerías y ya hoy en los pedidos se vio totalmente alborotado, no había para atender los pedidos, muchas carnicerías quedaron sin poder tener las medias reses, y esto es un efecto dominó, somos 300 familias entre los dos frigoríficos, pero aparte tenes los usuarios matriculados, fleteros, carniceros y empleados de carnicería y tenemos miedo que se produzca entre los vecinos una competencia desleal porque hay vecinos que tienen para poder estoquearse y el que vive día a día que va y compra un kilo de carne picada y no va a poder comprarlo. Hoy va a tener la Obrera porque tiene frigorífico propio, pero también hay una realidad, cuántos vecinos se acercan a comprar”, consideró Acosta.
En cuanto a cómo viene decayendo el consumo de carne, afirmó que “El consumo viene decayendo, estamos en un año donde hemos batido un récord, en lo que es la baja en el consumo de los cortes cárnicos, hay una desregulación que lo entiendo que forma parte de las políticas que se están llevando adelante, pero el consumo cayó como cayeron en todos los sectores. La semana pasada hubo un aumento de la carne que fue del 11%, ahora estaba habiendo otro más esta semana, que por ahí suelen subir un poco en diciembre y en enero y febrero vuelven a bajar porque también se entiende que hay mayor demanda por el tema de las fiestas y es una época que los frigoríficos esperamos para hacer una diferencia y que hoy nos vemos estancados en esta situación. En una hora llegan el Ministerio de Asuntos Agrarios, el Ministerio de Producción y la senadora Ayelén Durán para poder atender esta situación y saber que va a pasar en Bahía Blanca. Fue una fecha bastante engorrosa para venir a hacer este tipo de inspecciones, no tuvimos ningún brote de nada, tenemos el servicio de inspección veterinaria, pero entendemos que Senasa Nación está sufriendo otro tipo de presiones”.