Pamela Moya, integrante del Comité de Autismo afirmó que “Todos los años y para esta época tratamos de generar conciencia sobre el uso de la pirotecnia, para que año a año sea menor y afecte menos a las personas con autismo. Este año estuvo mejor, cada año va mejorando y la gente va tirando menos pirotecnia, pero todavía falta mucho, es un camino largo por recorrer”.
Además, resaltó la importancia de que el municipio genere herramientas y realice controles en este sentido, “Nos parece muy bien los controles, es necesario y le corresponde al municipio fiscalizar, un cambio en el paradigma es lo que genera una verdadera conciencia. Siempre cuando hablamos de autismo hablamos de un espectro, a todas las personas no le genera lo mismo, pero aquellos que tienen sensibilidad auditiva es como si el estruendo le estuviese explotando adentro de la cabeza, realmente es muy fuerte y es imposible describir, uno lo tendría que vivir para poder entenderlo. Genera que la persona se desregule, hay personas que llegan a autolesionarse porque no saben que les está pasando, hay personas que no tienen la posibilidad de hablar y entender lo que ocurre, cada caso es distinto”.
“Hay falta de información, porque cuando uno ve la cara de una persona y ve lo que siente y siente toda la familia, entendemos que eso va a generar la empatía, llegar a todos lados y ver como una afecta la realidad de otros nos parece fundamental. Siempre que una persona está sufriendo, sufre toda la familia, se van armando distintas estrategias, se buscan diferentes distracciones, algunos la pasan en el baño hasta que pasen los estruendos”, consideró Moya.
Destacó también que hay grupos que se deben tener en cuenta, “Todos los pasos que sean hacia evitar la pirotecnia en cualquier momento, más allá de lo que sea la fiesta es correcto. Los niños, las personas con Alzheimer, la contaminación y los animales también se ven afectados, ir en este sentido es importante. Creemos que estamos avanzando, los jóvenes son fundamentales y eso va a generar el cambio”.