A una semana de la muerte de la activista trans Rosario Sansone en Bahía Blanca, se expresaron algunas de sus compañeras de lucha e insisten en la sospecha de que se habría tratado de un asesinato.
Sansone fue hallada sin vida dentro del departamento que alquilaba, que se incendió por completo en calle República Siria al 1400. Desde entonces hubo mucho hermetismo en la investigación de la fiscalía a cargo.
En diálogo con Página 12, Greta -amiga y compañera de militancia desde hace dos décadas- afirmó que “Rosario murió con 47 años, me la mataron”, agregando que el asesinato es uno de los factores de muerte de las personas trans, cuyo promedio de vida oscila entre los 35 y 40 años. “Así terminamos las compañeras trans lamentablemente, si no es la enfermedad que es el VIH, es la droga, o los policías, o así”, manifestó.
En la nota escrita por la periodista Claudia Ferreira, Greta aseguró haber tenido contacto horas antes de la noticia de la muerte de Rosario, con quien compartía un grupo de Whatsapp: “Mandó una fotito de cómo había ido producida. El domingo ella se fue a bailar con una compañera. Y ella llega a la casa con vida”, aseguró, lo sabe porque estuvieron conversando. “A las 6, yo sé que ella ya se estaba desmaquillando en la casa”, precisó.
También se expresó Nancy “Eva” Luna, otra amiga y compañera de Rosario, con quien habían planificado asistir a la marcha del 29 de noviembre en honor al crimen de Pelusa Liendro, otra persona trans que fue asesinada. “No era una activista de palabra, era una activista de hecho”, dijo.
Luego del asesinato de Liendro, Rosario fue a vivir a Bahía Blanca, esta situación la afectó mucho y era perseguida por la policía. “Nos quedamos en Bahía un muy buen tiempo, por dos años no volvimos. Después volvíamos con miedo”. “Nos querían cazar”, afirmó Greta sobre la noche en que mataron a Pelusa. “Tenía que ser Rosario o Pelusa”, sostuvo. Esa noche un hombre llamó a Rosario para encontrarse pero ella se negó. También Pelusa había recibido una llamada, en el encuentro la mataron de siete puñaladas.
Además, Greta recordó que hace 8 años, en Bahía Blanca, a Rosario casi la matan por robarle en la vía pública. “Le atraviesa la bala las dos manos y queda en la pierna”, “quedó mal de la mano, no la podía cerrar”, sostuvo. Estuvo grave y ella viajó para cuidarla.
Fuente: Página 12