Ayer, personal de la Comisaría Quinta llevó adelante un allanamiento en un local ubicado en calle 17 de Mayo 1892, tratándose de una chatarrería clandestina.
El lugar fue clausurado por personal policial, donde además se encontraron 50 vainas servidas calibre 30, que son munición de guerra.
Su propietaria es Analía Toresán, de 68 años, quien en un principio fue demorada.
Los uniformados le dieron intervención a la fiscalía y el juzgado de Garantías en turno, ya que este tipo de cápsulas de armamento de uso militar debe ser sometida a destrucción, con el acta respectiva, para evitar su reutilización o el acceso a ciudadanos comunes.
El local no contaba con la habilitación municipal correspondiente y carecía del libro de registro de actividad, faltas que están contempladas en la Ley 13.564.