El acuerdo alcanzado entre el Reino Unido y Mauricio sobre la soberanía de las Islas Chagos ha reavivado el debate en Argentina sobre el futuro de las Malvinas. La restitución, tras casi 60 años de conflicto, plantea interrogantes sobre si este precedente jurídico puede ser aplicable a la histórica disputa argentina con la corona británica.
Las Islas Chagos, ubicadas en el Océano Índico, fueron un punto clave en el colonialismo británico. Desde el siglo XVIII, la población chagosiana fue desplazada durante la ocupación británica, especialmente entre 1967 y 1973, cuando los británicos expulsaron a sus habitantes para dar paso a una base militar estadounidense en la isla Diego García. Con su independencia en 1968, Mauricio comenzó a reclamar la soberanía sobre estas islas, culminando en un acuerdo que reconoce su propiedad sobre el archipiélago.
Diferencias y similitudes con el caso de Malvinas
Alejandro Chehtman, decano de la Escuela de Derecho de la Universidad Di Tella, explica que aunque existen similitudes en el proceso de descolonización, hay diferencias clave en los fundamentos históricos de ambos casos. “La Argentina sostiene su reclamo sobre Malvinas a partir del principio de uti possidetis iuris, que establece que los territorios deben regresar al estado que los poseía antes de la colonización. En cambio, el caso de Chagos involucra un derecho de autodeterminación que ya estaba vigente cuando Mauricio buscó su independencia”, señala.
A pesar de los obstáculos, algunos analistas sugieren que Argentina podría aprender del proceso de negociación que siguió al acuerdo sobre Chagos. Andrés Malamud, investigador de la Universidad de Lisboa, sostiene que si Argentina hubiera adoptado un enfoque más conciliador tras la guerra de 1982, las cosas podrían ser diferentes.
“Las negociaciones deben considerar los intereses de ambas partes. El enfoque actual de Argentina de exigir la devolución de las islas sin diálogo limita las posibilidades de avance”, concluye Guelar.
La Cancillería argentina celebró el acuerdo como “un ejemplo alentador”, reiterando su compromiso con la resolución pacífica de controversias y la necesidad de retomar el diálogo con el Reino Unido en busca de una solución a la cuestión de las Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.
(Grupo La Provincia)