Desde la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, remarcaron que el consumo local de carne vacuna se mantiene en su nivel más bajo en los últimos 30 años.
Trasciende que esta caída se debe a la pérdida del poder adquisitivo, afectando no solo la compra de carne sino también de otros alimentos básicos.
Ante la situación económica los hábitos han cambiado, Omar Bonvrete, carnicero de calle 17 de Mayo 1763, explicaba que las familias mayormente compran a la noche, “al mediodía directamente no comen”.
“Vienen con el dinero justo pidiendo 2 mil pesos de picada, por ejemplo. Yo hace 8 años que estoy acá y la verdad que es la primera vez que pasa esto. Tenes que hacer malabares con los precios, vas vendiendo y comprando en el día a día”, sostuvo el comerciante.
Sobre la misma línea dijo que “hay un montón de fiado o con cuenta DNI, le doy en la semana y el sábado llegan y me pagan para poder zafar un poco. Ayudamos un poco entre los vecinos”.