Norma Trujillo, dueña del kiosco que fue blanco de Silvio Barboza, quien luego fue baleado en la cabeza y terminó chocando el auto contra una casa, contó el terrible momento que este hombre le hizo vivir a su empleada que estaba sola en el lugar, “Supuestamente fue él lo reconocimos por la ropa. Entro 8:30hs derecho a pegarle, ella estaba en la máquina de cortar fiambre, lo conocemos porque él viene a comprar, sacó una escopeta con cartuchos, porque quedaron acá, él la agarró de la remera y ella le empezó a gritar, pará flaco que haces y ella dice que se desmayó por los golpes en la cabeza que le daba y cuando despertó lo golpeó y lo sacó. Cuando yo llego al local había sangre y los cartuchos tirados, cuando voy al lado le digo a Gladys, que es mi empleada, que había pasado y me cuenta que es la persona que nos venía a comprar, ella lo identificó enseguida. Vino la ambulancia, nos tuvieron más de una hora porque no la querían llevar porque no tenía obra social”.
Además, refirió que “Barboza estaba re drogado, lo conozco porque venía a comprar acá, siempre muy educado, pero intoxicado es otra persona, esto pasa todos los días, yo lo veo. Esa es la bronca que tengo, no miden, golpean, matan, no les importa nada. Al otro día me enteré que había sido él el baleado, y después a la tarde le trajeron la ropa a Gladys y reconoció las zapatillas, ayer fue al médico policial, con lo cual estoy muy enojada también porque querían tomarle la declaración cuando la estaban atendiendo”.
Muy enojada por todo lo que les pasó y además lo que ven día a día en el barrio, no dudo en pedirle a las autoridades que hagan algo con el tema de la droga, “Hay cosas que se tienen que solucionar, me importa muy poco quien está metido con el tema de la droga, pero tienen que hacer algo, la policía no ve que venden droga, no ven que los pibes están pasados de droga, los veo yo y ellos no? Hagamos algo, no quiero que pase algo más, no le deseo el mal a nadie pero hay que hacer algo, un lugar donde se actúe, donde esa gente se pueda internar, porque tenemos que vivir con miedo si venimos a trabajar”.
Gladys, su empleada ya se encuentra en mejor estado, aunque Norma asegura que es algo que jamás se va a olvidar, “Ahora está mejor y shockeada, no se lo va a sacar más eso, yo lo viví”.