Ariel Zara y Juan Sebastián González, son quienes llevan a cabo la defensa de Domingo Verna, el hombre acusado de balear a su nieto luego de una presunta discusión, “Llegamos bien, con los testigos que han visto la dinámica familiar y con una teoría de caso, por supuesto distinta tanto el Ministerio Público Fiscal como la del particular damnificado. Si resumimos un poco nuestra teoría va a ser demostrar la violencia intra muro de la cual han sido víctimas tanto Mingo como Marta y que se han tenido que defender durante años de una violencia, que en general este tipo de violencia intra familiar, se da en un contexto en el que es muy difícil para los que son víctimas, primero reconocerse víctimas y después pedir ayudas. El agresor se convierte en un inquisidor donde digita, controla, regula como se tiene que vivir el resto de la familia y eso durante años, frente a ancianos de tercera edad, nos parece justo aplicar la perspectiva de tercera edad, es decir, tomar en cuenta cómo se siente una persona, que poder tiene una persona en tanto físico como intelectual para un conflicto como el que estaban viviendo ellos”.
El abogado Zara afirmó también que es algo que se podría haber evitado, “Creemos que podría haberse evitado, en el caso puntual que quienes estaban al cuidado de Brian, que era la madre y la novia, no le hubieran permitido que saliera al ataque de los abuelos. Y esto lo han dicho los propios abuelos, se han sorprendido, porque en la primera filmación donde el abuelo recibe 13 golpes en zonas vitales como la cabeza, había una mujer que hizo lo humanamente posible para que esto no terminara peor, que era la novia, quien lo retiene, lo lleva a la casa que está enfrente y los abuelos confiaron en que el agresor no iba a retomar el ataque porque estaba bajo la contención de la madre y la novia. Momento en que los abuelos salen juntos a retirar la bicicleta que había quedado, momento en que el agresor retoma el ataque, y eso debe ser tenido en cuenta”.
“Si las personas que estaban al cuidado de Brian le prohibían salir o lo retenían esto no pasaba, hubo para nosotros una zona liberada”, recalcó el abogado defensor, haciendo parte de la culpa por lo ocurrido a la madre y pareja de Brian.
Por su parte González, el otro abogado que lleva a cabo la defensa de Verna, prefirió bajarle la importancia a que el hombre tenía sus cuatro armas cargadas, preparadas para disparar, “Lo importante no es donde tenía el arma, sino cuando la uso, que fue de último recurso, es decir, cuando ya no tenía otra alternativa, porque él buscó protegerse dentro de su propiedad y que el nieto no abriera el portón a patadas, cuando abre el portón y queda a merced de su agresor, vencido dentro del reducto de protección que tenía dentro de su propia casa que era el portón de acceso, recién ahí como último recurso utiliza el arma”.
“El arma estaba cargada como estaba cargada el resto de las armas que había en la vivienda por una cuestión de seguridad, porque nadie va a tener en la vivienda un arma que no esté cargada, para que le sirve”, justificó González.
Sobre los dichos de la madre de la víctima, afirmaron que “Creemos nosotros que quien estaba en mejor condición para llamar al 911 no era justamente el abuelo que había recibido 13 golpes, el abuelo estaba en estado de shock, quien podría haber llamado al 911 era la propia madre o la novia”.