La petrolera estatal malaya Petronas evalúa en firme desistir de la inversión de al menos $30 mil millones que planificaba junto a YPF para construir una planta de GNL que permita exportarlo al mundo, una novedad que se conoce apenas un mes después de la decisión del gobierno de Javier Milei de radicar el proyecto en el puerto de Punta Colorada, en Río Negro, en vez de en el de Bahía Blanca, como se había establecido inicialmente.
Aunque Petronas no anunció oficialmente su decisión, la versión sobre su salida fue publicada en el diario Clarín por el periodista Marcelo Bonelli en un artículo que estima que la posibilidad de que la compañía malaya desista es de “un 95%”, de acuerdo a fuentes del mercado energético argentino. En YFP admitieron la posibilidad al igual que el gobernador de Rio Negro, Alberto Weretilnek, aunque aseguraron que el proyecto se haría con otros inversores.
El lugar de radicación de la planta generó una fuerte controversia entre el Javier Milei y Axel Kicillof, luego de que el Presiente sugiriera, en una entrevista, que lo malayos no invertirían en un puerto bonaerense porque la provincia está gobernada por un “comunista”. El Gobernador respondió que la decisión de hacer la planta en Rio Negro fue “un capricho ideológico” y “sin sustento técnico” que “pone en riesgo un proyecto en el que trabajamos diez años”.
La alusión de Kicillof a los 10 años había sido una referencia es al origen de la iniciativa, que había sido anunciada en 2022 por el entonces presidente Alberto Fernández y el CEO de la compañía, Tengku Muhammad Taufik con Bahía Blanca como destinomás probable. Ahora, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, advirtió que Milei “tendrá que dar explicaciones” si la iniciativa no se lleva a cabo, al tiempo que su par de Trabajo, Walter Correa, consideró que “Petronas es una compañía estatal que cuida su patrimonio”.
Entre los motivos para poner en revisión la iniciativa, aparecen el esquema macroeconómico argentino, que no convencería a la conducción de Petronas, la posibilidad de realizar una inversión más rentable en otro país y el ruido político que se generó en torno al lugar de radicación, una alusión a la pelea de Milei con Kicillof.
El CEO de YPF, Horacio Marin, dijo esta tarde que “yo no tengo información sobre cuál sería la decisión de Petronas”, que se conocería en noviembre. Sí aclaró que es “una de las mejores empresas de GNL del mundo y estamos trabajando muy bien con ellos”. Al igual que Weretilnek, aseguró que si los malayos se bajan la iniciativa podría seguir adelante con otros socios porque “hay mucho interés en el mundo por el proyecto”.
“Estoy convencido que YPF lo puede hacer con otros socios y sociedades, con lo cual, no tengo dudas de que la planta de GNL se hará. Confío en los planes de inversión fijados por el presidente de YPF porque se están cumpliendo”, había dicho poco antes Weretilneck.
La controversia por la planta incluyó el rol de Régimen de Grandes Inversiones (RIGI), aprobado a instancias de Milei y que no existía cuando se anunció la inversión. Luego Marin sugirió que era clave para asegurarla, por los beneficios fiscales que supone para las empresas. Pero cuando se agudizó el conflicto con la Provincia, que no consideraba necesario adherir a ese régimen y planteaba uno propio, el CEO de YPF dio marcha atrás y aclaró que ese incentivo fiscal no era determinante sino la distancia de Punta Colorada a Vaca Muerta, de donde proviene el gas a exportar, que es menor que la de Bahía Blanca.
La inversión en la planta de GNL e explica casi el 40% de los anuncios de inversión extranejra directa que hizop el gobierno de Milei, csi ninguno de los cuales se concretóp por ahora. La indecisión de Petronas se suma a las noticias de postergación del proyecto de hidrógeno verde también en Punta Colorada por más de US$8.000 millones que la empresa australiana Fortescue no realizará, de acuerdo a lo que confirmó el pasado fin de semana su representante en argentina, el exrugbier Agustín Pichot. (DIB)