Las universidades públicas siguen en crisis luego de la fuerte inflación y la falta de presupuesto para mantener el correcto funcionamiento de sus instalaciones.
En el caso de la UTN, el decano Alejandro Staffa, indicó que hubo recortes en las becas y en los salarios de decentes y no docentes, que se encuentra desactualizado en un 50% y que menos del 70% llegan a cubrir la canasta básica.
Por el momento, la institución “se sostiene con alguna partida que nos permitieron tener una reserva en el 2023. Recibimos el presupuesto diferido, entonces hay que tener caja para financiar y rendir esos gastos”, explicó.
Por otro lado, hizo hincapié en los ajustes que debieron hacer para poder achicar gastos. En ese sentido apuntó a reuniones virtuales y la no asistencia a eventos tecnológicos o científicos.
“Amenaza el fututo, la situación del estudiante es complicada. Necesita 600 mil pesos para hospedaje, traslado, a muchos s eles hace restrictivo. No experimentamos baja pero si no se soluciona, hay muchos que van a ver frustrada su estadía”, cerró.