El pueblo de Hilario Ascasubi, en el partido de Villarino, al sur de la provincia de Buenos Aires, sufre desde hace tiempo la invasión de loros barranqueros. Con apenas una población de 5.000 habitantes, los vecinos exigen una respuesta concreta para resolver de forma sostenible la presencia de estas aves protegidas.
“La superpoblación de loros en el sur de Villarino es un tema que hace años venimos sufriendo. No solo por ruidos molestos toda la noche, o las heces que dejan en toda la localidad con la posibilidad de volverse un problema de salud pública, sino también por las millonarias pérdidas de dinero que se les genera a las cooperativas eléctricas y prestadores de servicio de Internet. Obviamente genera cortes de energía e Internet constantemente y eso interrumpe la vida de todos los vecinos. Al ser especie protegida, aún no podemos resolver este problema”, explica Ramón Álvarez, director de la radio TaxiFm de Pedro Luro, en diálogo con La Nación. “Acá los loros me comen los cables de la torre y cada tres meses hay que cambiarlo, pierdo plata”, graficó.
Gonzalo Silva, secretario general del municipio de Villarino, explicó: “Venimos sufriendo la invasión hace ya muchos años, pero últimamente se fue agravando. Estamos cerca de la colonia más grande del mundo, que es colonia El Cóndor, en Río Negro. En esta época del año el loro viene a esta parte del distrito por un tema de alimentación, y se posa a dormir en hileras grandes”. También en declaraciones a La Nación, Silva aclaró: “[La plaga] ya se estableció a la tardecida hasta el otro día a la mañana temprano en el casco urbano del pueblo. La mayor problemática es ahí. Porque en el resto de los pueblos, tanto Pedro Luro, Mayor Buratovich, que están al sur de Médanos -que queda al norte-, están presentes pero se quedan en la periferia. No ingresan al casco urbano, sino que se quedan en las plantaciones”.
Especie protegida en la provincia
El loro barranquero es una especie protegida en la provincia y no puede ser cazado. Según publicó el medio bahiense La Nueva semanas atrás, en abril falleció un vecino de Ascasubi por psitacosis y se cree que los loros y sus excrementos tuvieron que ver en ello. Es que esta es una enfermedad infecciosa aguda causada por la bacteria Chlamydia psittaci, que se encuentra en aves infectadas, como palomas, loros y cotorras, entre otros. Cuando están enfermas, eliminan esta bacteria a través de secreciones oculares y respiratorias, además de excrementos secos y polvo de las plumas. Todas estas partículas permanecen en el ambiente y son aspiradas por la gente.
“Villarino no es el hábitat natural de estos animales. Al ser una especie protegida, no podemos combatirla, no podemos hacer nada, más allá de los láser”, se indica desde el Concejo Deliberante. Sin embargo, este sistema de disuasión ya no obtiene buenos resultados. De acuerdo con La Nueva, hasta no hace mucho se utilizaba un láser que iba girando 360º y asustaba a los loros. Pero dejo de dar resultado. (DIB)