En medio de la crisis económica, se esperaba que el fin de semana largo que coincidió con el día del padre sirva para dinamizar el consumo y promover el turismo. Sin embargo, los primeros informes elaborados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) mostraron otra cosa. Números en rojo casi sin excepción.
Las ventas minoristas cayeron un 10,2 por ciento medidas a precios constantes en relación con la misma fecha del año pasado. El dato surge de un relevamiento que hizo la CAME entre el sábado y el domingo en 157 comercios de todo el país. El ticket promedio ascendió a 31.574 pesos, duplicando al año pasado y frente a una inflación muy superior.
“Hubo cuotas sin intereses en muchos negocios y buenos descuentos por pagos en efectivo, pero igual la gente fue medida. Un destacado de la fecha, fueron las compras colectivas, entre varios miembros de las familias, para ahorrar”, señalaron desde la entidad.
La baja de 10 puntos es un promedio entre los seis rubros que se midieron. En el sector por sector se ve que solo indumentaria aumentó sus ventas con respecto al año pasado (11,1 por ciento) y que cosméticos y perfumería fue el que más cayó (-37,4 por ciento).
Pocas ventas, poco turismo
Por fuera de las ventas minoristas, la CAME también registró la actividad turística de este fin de semana.
Concretamente, en este fin de semana largo por el 17 de junio viajaron un total de 802 mil personas. Se trata de un 64,3 por ciento menos que la misma fecha del año pasado (habían viajado más de 2 millones de personas). Vale aclarar que en aquella oportunidad el fin de semana tuvo 4 días, como sucederá con el del 20 de junio.
“Con el día del padre como atractivo principal, hubo primordialmente movimiento hacia lugares cercanos y visitas más familiares que vacacionales“, expresaron desde la CAME.
Este derrumbe del turismo tuvo su correlato en el impacto económico que cayó casi 80 puntos entre 2023 y 2024 (-79,7%). Efectivamente, para el año pasado se estimó un gasto total de más de 106 mil millones de pesos y este año fue de 81,4 mil millones de pesos.
En los destinos bonaerenses hubo “bajos niveles de ocupación” con “algunos alojamientos que directamente no abrieron”. Chascomús, por ejemplo, tuvo un 40 por ciento de su capacidad ocupada. “Destinos como Sierra de la Ventana o Tandil no tuvieron el tránsito de otras épocas”, agregó el reporte de la CAME.
Fuente: Infocielo