Personas privadas de libertad de la cárcel de Bahía Blanca fabricaron 40 cuchas para donar a la Asociación Protectora de Animales Sur (APAS) local en un emprendimiento solidario.
La experiencia se desarrolló en los talleres de la Unidad 4 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y a lo largo de cinco meses, los internos se pusieron manos a la obra en el taller de carpintería que funciona dentro del establecimiento penitenciario para concretar el pedido de la ONG bahiense.
El objetivo de APAS, que hoy alberga a más de 20 canes, es mantener los animales que habitan la periferia bahiense a resguardo. La institución, que funciona desde 1958 ofreciendo guardería y tránsito, fue la encargada de proveer las maderas con las cuales se construyeron las cuchas de 1,20 metro de ancho, por un metro de profundidad y 90 centímetros de alto.
“Hicieron un excelente trabajo y estamos muy agradecidas ya que contar con estas cuchas es de vital importancia para cuidar a los animales que se encuentran en situación de vulnerabilidad” destacó la presidenta de la Asociación Protectora de Animales Sur (APAS), Carla Dueña.
Por su parte, el director de la Unidad 4, Jorge Aceval, remarcó que “las puertas de la institución siempre están abiertas para colaborar con estas organizaciones que tanto bien hacen a la sociedad”.
Además, Aceval subrayó la importancia de “que las personas privadas de su libertad aprendan un oficio a través de la realización de tareas benéficas. Estas herramientas les posibilitarán reinsertarse en el mercado laboral una vez que recuperen su libertad”.