Cada 30 de mayo se celebra: “Día Nacional de la Donación de Órganos“, en conmemoración del nacimiento del hijo de la primera paciente que dio a luz después de haber recibido un trasplante en un hospital público.
La concreción del trasplante es posible gracias a la participación de la sociedad representada en el acto de donar, a la intervención de nuestros profesionales de la salud y al trabajo de los organismos provinciales de procuración pertenecientes al sistema sanitario argentino.
“Bahía tiene y ha trabajado durante michos años en la formaciones personal capacitado en establecimientos que entendieron que había que trabajar en transplante y de que había que gestionar los fallecidos dentro de los hospitales porque esa era la única vía para que los donantes aparecieran”, expresó Jonas Bracco, jefe de la Unidad de Procuración de Órganos y Tejidos del Hospital Municipal.
La Ley Justina funcionó como un punto de inflexión porque cambió el paradigma: a diferencia de lo que sucedía previamente, toda persona mayor de 18 años pasó a considerarse donante de órganos o tejidos, salvo que previamente haya expresado lo contrario.
“La ley no cambió sustancialmente pero si cambió en lo que la población general entiende sobre la donación de órganos. La sociedad argentina siempre tuvo presente la donación y de sentirse pro donante”, agregó.