En una charla con Gonzalo Prieto, un talentoso artista urbano que ha dejado su marca en las calles de Bahía Blanca, nos sumergimos en el mundo del arte callejero y la pasión que impulsa su trabajo.
Prieto, cuya vida ha sido moldeada por el arte desde siempre, comparte cómo su trayectoria profesional se convirtió en un viaje de autodescubrimiento. “El arte atraviesa tu vida”, reflexiona. “Cuando encontré la pintura, supe que era lo que quería hacer. Me siento cómodo mostrando lo que hago, confío en ello”, agrega con convicción.
Con sus murales coloridos y llamativos, Prieto ha dejado una marca indeleble en la ciudad, atrayendo la atención de transeúntes y admiradores por igual. “Recibo mensajes de personas que admiran mi trabajo, eso me impulsa a seguir pintando y a amar aún más lo que hago”.
La aceptación y el respeto que recibe por parte de la comunidad son evidentes, especialmente en la durabilidad de sus obras a lo largo del tiempo. “Hay pizzerías que pinté hace 15 años y aún están intactas. Eso demuestra el valor que la gente le da al arte urbano”, comenta.
En cuanto a su proceso creativo y colaborativo, Prieto explica que le gusta proponer ideas, pero siempre está abierto a la retroalimentación. “Siempre escucho las opiniones, pero al final, me gusta seguir mi visión artística”, afirma.
La escena del arte urbano en Bahía Blanca está en auge, según Prieto. “Hay mucha gente pintando y hay talento de sobra en la ciudad”, comparte entusiasmado. La demanda por su trabajo ha crecido, con numerosas personas interesadas en tener una pieza suya en sus propiedades.
Para aquellos que deseen contactarlo para proyectos de arte urbano, Prieto deja claro que su Instagram es la mejor manera de encontrarlo. “Siempre firmo mis obras con mi Instagram”, señala. “Me encanta recibir mensajes de personas interesadas en mi trabajo”.
Con cada pincelada, Gonzalo Prieto está transformando el paisaje urbano de Bahía Blanca en un lienzo vibrante y expresivo, dejando un legado duradero en la ciudad.