Allí Saled, una niña de 12 años oriunda de América, estaba jugando con una amiguita cuando vio que un pequeño se estaba ahogando.
Sin dudarlo, la pequeña se lanzó a nadar para rescatar al niño. Al ver esta situación, su padre y también los bañeros, se metieron al agua para asistir el rescate.
Saled interceptó al niño, lo rescató y en su regreso a la orilla lo entregó a los bañeros.