“Yo jugué con Dios” se titula el trabajo del documentalista y camarógrafo bahiense Raúl Papalardo acerca de los días que pasó en 1992 Diego Maradona en el balneario Marisol. Diego cumplía la sanción de 15 meses por doping en su paso por el Napoli de Italia y se preparaba para incorporarse al Sevilla de España.
“(Maradona) quería estar solo, así que se vino a Marisol. Todos los vecinos hablaban con él. Siempre tuvo muy buena onda. Por acá se lo recuerda muy bien. Se portaba como uno más”, le dijo Papalardo al programa Radio Deportiva, que se emite por La Dorrego.
En Yo jugué con Dios hay imágenes de la época y testimonios de quienes convivieron o jugaron con Maradona en partidos a beneficio que se hicieron en la zona. Las canchas -de once o para picados informales- se llenaban ante la expectativa que generaba.
Los entrevistados lo recuerdan acompañado por su esposa de entonces, Claudia Villafañe, y las dos hijas de ambos, Dalma y Giannina. También hay quienes rememoran que convocaba a los vecinos a su casa alquilada o él se invitaba a la de ellos para tomar unos mates. Siempre estuvo dispuesto a fotografiarse con los vecinos. También manejaba una moto de agua a modo de pasatiempo.
El documental fue presentado en Bahía Blanca, ante una gran concurrencia, y en Oriente. Hay chances de que pueda verse también en Buenos Aires y es intención de Raúl presentarlo en Dorrego. Sin embargo, por ahora, no lo ha logrado.
«Esa es la idea, pero no quedó nada en concreto. Sería un desperdicio (que no pueda presentarse en Dorrego), porque el primer partido que jugó Diego fue contra la radio de allá (por LU 26)», recordó.
«No sé por qué hay tantas trabas para pasarlo, si es lo más fácil que hay. (Al documental) me lo piden de todos lados, menos del lugar donde viven los jugadores que jugaron contra Maradona. Sabés la cantidad de gente de Dorrego que fue a ver el documental a Bahía, cuando podrían hacerlo a dos metros de sus casas», dijo.