A 5 kilómetros de la costa, en línea directa con el faro de Claromecó, un grupo de pescadores que participaba de una excursión, halló un cuerpo flotando a la deriva: se cree que se trata de Federico Saihueque Cuevas, de 25 años, quien el domingo 21 de enero ingresó al mar en kayak y nada más se supo de él.
En el lugar trabaja personal de Prefectura y de la secretaría de seguridad de Tres Arroyos, quienes pusieron en marcha el protocolo para determinar si el cuerpo pertenece al jóven tresarroyense.
Federico, que en la mañana trabajaba en una mensajería de Tres Arroyos y en la tarde, como emprendedor, ofrecía servicio de peluquería y barbería, alguiló un kayak en un muelle del arroyo Claromecó, conocido como Puerto Mosquito, y no hizo caso a la prohibición de meterse al mar. “Sólo alquilo para navegar en el arroyo”, había contado a este diario Hugo Cortés, el concesionario.
Esa tarde del domingo 21, el hombre creyó que había sido víctima de un robo. El muchacho había salido a las 5 con el kayak, debía regresar a las 6, y a las 8 no había vuelto.
Luego, las cámaras de seguridad confirmaron que el joven no remó en dirección a la zona de cascadas que tiene el arroyo, lo hizo hacia la desembocadura.
Al parecer, el mar planchado en una tarde sin viento lo tentó al muchacho a atravesar la rompiente y meterse al mar. “Nadie entra involuntariamente al mar, encima el domingo estaba calmo, y no había viento como ahora, que sopla del norte. Casi no había rompiente, la ha pasado muy fácil”, contó Cortés, el concesionario de Puerto Mosquito. Saihueque llevaba chaleco salvavidas.
Dos días después de la desaparición del muchacho en el mar, un guardacostas de la Prefectura Naval dio a 19 millas de la costa con un kayak de las mismas características que el que había alquilado Saihueque. El dueño confirmó que se trataba del mismo que le había alquilado.