En el medio de las buenas nuevas que dejó la victoria por 1-0 contra Gimnasia y Tiro de Salta por el primer amistoso del año, como el gol de Ezequiel Bullaude tras una combinación de 12 pases o la asistencia de Luca Langoni, Boca recibió una pésima novedad incluso antes de comenzar el duelo en el Padre Ernesto Martearena. Su capitán, Marcos Rojo, no pudo jugar ni un minuto por haber sufrido una lesión en el precalentamiento que lo obligó a retirarse con muletas del estadio.
El nacido en La Plata había sido uno de los elegidos por Diego Martínez, técnico debutante en el banco de suplentes del Xeneize, para salir desde el arranque en el compromiso extraoficial contra el Albo, recién ascendido a la Primera Nacional luego de ganar la final del Federal A.
No obstante, el referente de 33 años sintió una molestia en el gemelo izquierdo y tuvo que abandonar el verde césped con el apoyo de dos auxiliares ante su notoria dificultad para poder pisar con normalidad.
Rojo miró el trámite del encuentro desde el banco de suplentes y Cristian Lema, quien llegó en este mercado de pases procedente de Lanús, fue el responsable de ocupar su lugar. Por su incidencia en la rutina y el ánimo del grupo, la baja del central generó preocupación entre sus propios compañeros. “Es un jugador muy importante, vamos a ayudarlo desde donde podamos. Se va a recuperar Marcos porque es un animal, va a estar con nosotros rápido”, comentó, optimista, Nicolás Figal, habitual compañero suyo de zaga en una entrevista con ESPN.
Fuente: Tyc Sports