Sin operaciones y con daños en varias de sus terminales se encuentra actualmente el Puerto de Bahía Blanca, lo que se da tras el temporal que el sábado azotó a la ciudad.
Numerosos sectores se encuentran sin energía eléctrica, a la par que otros sufrieron importantes pérdidas materiales, tanto en infraestructura como en equipamiento.
Ahora las autoridades portuarias se encuentran abocadas a la realización de un diagnóstico general y para el martes 19 se prevé hacer una navegación por el canal principal para evaluar el estado de boyas y balizas antes de proceder a su rehabilitación, mientras se espera el restablecimiento del servicio de energía eléctrica.
En cuanto a los daños, los vientos de casi 150 kilómetros por hora provocaron el derrumbe del techo de la playa de calado de Terminal Bahía Blanca, en el Puerto de Ingeniero White.
La situación imperante torna imposible la recepción de camiones con cereal, y la carga de buques. Frente a ese panorama, desde la cerealera evalúan poner en marcha un plan B, que consiste en la utilización de las instalaciones de alguna otra terminal bahiense.
Panorama en otras cerealeras
En tanto, mientras que en Dreyfus y Cargill los daños no serían tan severos, en Viterra el panorama resulta impactante, con la celda de la planta de crushing prácticamente destruida.
También la terminal de ADM sufrió daños de consideración y en la de Patagonia Norte, a cargo del muelle multipropósito del sitio 21, las ráfagas hicieron que numerosos contenedores se volcaran o cayeran sobre otros, aunque afortunadamente los equipos eólicos allí almacenados no sufrieron daños, de acuerdo a los primeros relevamientos.
Lamentablemente, un aspecto a destacar fue la caída de dos enormes grúas en el sitio 5 de Puerto Galván.
“Una de ellas casi cae sobre un buque que estaba amarrado, el cual pudo alejarse a tiempo del muelle”, señalaron las fuentes consultadas en alusión al bulkcarrier Caipirinha, que estaba descargando 10 mil toneladas de baritina importada.
Canal de acceso y Polo Petroquímico
En tanto, desde el Consorcio de Gestión, Prefectura y terminales privadas, se estaba monitoreando el estado de las instalaciones antes de poner en marcha algunos procesos, mientras que se estaba evaluando, entre otras tareas, el estado de las boyas y balizas emplazadas en el canal principal y sectores interiores del puerto.
“Esperamos el retorno de la energía eléctrica para ver cómo funciona todo y esperamos que no haya daños que a simple vista no se advierten”, señalaron las fuentes consultadas por el medio argentino.
Por último, y en un hecho no menor, cabe resaltar que las plantas petroquímicas del sector sufrieron el sábado 16 una parada en caliente, es decir, no programadas, por lo que ahora deberán proceder a entrar nuevamente en producción, tarea que llevará unos dos días, aproximadamente.