Un fletero de nuestra ciudad, al frente de la empresa familiar “Fletes Moni”, se negó a realizar un trabajo en el barrio privado Pago Chico, ya que en ese lugar no lo dejan entrar con su “compañero”, su perrito Quinoto.
El barrio se encuentra camino a Punta Alta, por lo que el viaje seguramente resultaba redituable. No obstante, el trabajador dejó en claro que la fidelidad del vínculo con su perro supera cualquier ganancia.
De acuerdo a una conversación a través WhatsApp con un cliente que se volvió viral, el fletero bahiense dijo que a Quinoto “no lo deja por nada, a menos que él se quiera quedar”.