Ahoras de que se defina quién será el próximo presidente de Argentina, las redes sociales se hicieron eco de un testimonio histórico del expresidente, Raúl Alfonsín, antes de los comicios de 1989. Allí, el referente histórico del radicalismo hablaba del “alto precio” que pagó la democracia por “algún mesianismo facilista” y destacaba como indispensable “la tolerancia en el gobernante”.
“Nada encontrarán fuera de la democracia, sino el horror”, advertía el dirigente radical que protagonizó el retorno de la democracia en 1983, después de la más sangrienta dictadura de la Argentina. En ese momento, con una situación económica adversa, se enfrentaban en los comicios Carlos Menem, del Partido Justicialista, y Eduardo Angeloz, en representación del oficialismo ucerreísta. Ambos eran los candidatos con más peso electoral por sobre otros partidos minoritarios. El riojano, finalmente, terminaría por imponerse.
“En horas más, millones de argentinos nos uniremos en una ceremonia sencilla, pero a la vez grandiosa, la de elegir en plena libertad un nuevo presidente de la nación”, señalaba Alfonsín con el eco del gobierno militar todavía muy cercano. “Fue muy alto el precio que pagamos por esta democracia como para ir detrás de algún mesianismo facilista que seguramente aún acecha”, se explayó entonces Alfonsín en su mensaje, recordando al gobierno de facto.
“Es indispensable también la tolerancia en el gobernante, por eso es temible el fanatismo”, pidió. En su mensaje no confundía respeto con tibieza, pero hacía énfasis en la convivencia democrática. “No vengo a pedir tregua a mis opositores, pero debo recordarles a amigos y adversarios, que no existen enemigos entre los partidos políticos de la democracia“, subrayó.
“No dejemos que la pasión nos enceguezca”, señaló, para concluír finalmente: “El voto de cada uno es un compromiso con el futuro, con la vida, con sus hijos, con la patria”.
Un ícono democrático como previa al balotaje presidencial
La viralización de este discurso cobró espesor en esta instancia porque se trata de un dirigente político de peso, sobre todo en el año en el que se celebran 40 de continuidad democrática.
Sin embargo, el nombre del conocido como “padre de la democracia” fue mencionado a lo largo de la campaña. Por un lado, por Sergio Massa, quien pidió el apoyo del radicalismo tradicional e incluso le dedicó un mensaje a Alfonsín al cumplirse 40 años de la vuelta de los comicios.
Su rival de este domingo, Javier Milei, presentó una postura contraria: en una entrevista puntual se refirió al ex presidente como “el hiperinflacionario de Chascomús” e incluso lo ha calificado como “de izquierda”, caracterización que dentro de su marco de pensamiento es peyorativa.
Sin embargo, fueron declaraciones previas las que generaron mayores reparos en la UCR. No solo por las calificaciones de “fracaso” al gobierno de Hipólito de Irigoyen, sino porque en un programa televisivo afirmó que tenía un maniquí con la cara de Alfonsín para golpearlo.
Fuente: Perfil