Por vez primera son todas mujeres las ganadoras de la distinción institucional, que se entrega desde 1966 y reconoce a los mejores promedios en siete categorías. Durante la carrera no tuvieron ningún aplazo ni nota inferior a 8,5 en los finales y se recibieron dentro de los plazos.Tres de ellas nacieron en otras localidades y otras tantas son ahora docentes de esta Casa. Sus promedios van de 8,76 a 9,78.
El Premio “25 de Mayo” 2022 es para: Ciencias Exactas: Dainy Marcos, Licenciada en Química, promedio 9,29; Ciencias Naturales: Jone Naiara Irazusta Ingeniera Agrónoma, 8,88; Irina Ayelen Rekovsky, Abogada, 9; Ingenierías: Ailín Salvai Destain, Ingeniera Química, 9,59; Profesorados: Juliana Vergara, Profesora de Educación Primaria, 9,78; Tecnicaturas: Marta Susana Miranda, Técnica Universitaria en Parques y Jardines, 9,38; Ciencias de la Salud: Martina González, Licenciada en Enfermería, 8,76. Reciberon el diploma y la medalla respectiva de manos del rector docotor Daniel Vega y la vicerrectora, Andrea Castellano.
La distinción se entrega una vez al año, teniendo en cuenta los graduados del año anterior. Según la Resolución del Consejo Superior, serán considerados como acreedores a la distinción los egresados de cada grupo que en el transcurso de la misma hubieran demostrado: a) Que han alcanzado el más alto promedio en los exámenes de promoción de las materias del respectivo plan; b) Que tal promedio no ha sido inferior a 8.50 puntos; c) Que no registren aplazos; d) Que los estudios cursados no superan la duración del respectivo plan preferencial estipulada a dicha carrera.
Una por una:
Dainy Marcos: Tiene 24 años, es bahiense, trabaja como ayudante de docencia en el departamento de Química, cursa el doctorado con una beca de la Agencia Nacional de Promoción Científica y está abocada a la investigación. “La UNS es una institución que te permite adquirir una formación de excelencia y calidad, pero es mucho más que eso. Te presenta oportunidades, te abre puertas a nuevos desafíos, te invita continuamente a crecer, tanto profesional como personalmente. Te da la posibilidad de vincularte con distintas personas, ya sean docentes, compañeros, colegas o amigos, quienes te acompañan y comparten con vos tanto alegrías como tristezas. Te permite crecer en valores, como son el respeto, la empatía, el compromiso y la responsabilidad. Siempre voy a estar agradecida con esta gran Universidad y con cada una de las personas que la forman, por permitirme convertirme en quién soy hoy. Sigamos defendiendo y apostando por la educación pública para todos y todas”.
Jone Naiara Irazusta: Con 24 años, nació en Bahía Blanca y trabaja en una empresa agropecuaria en Coronel Dorrego. Aspira a ser productora agropecuaria. “La UNS fue una etapa de mi vida hermosa, me permitió conocer la sensación de lograr algo tan deseado, proponerse una meta y no parar hasta cumplirla. A su vez, además de lo profesional, me dio amistades para toda la vida”.
Irina Ayelen Rekovsky, nacida en Coronel Suárez hace 26 años, tiene su estudio jurídico en dicha localidad. “La UNS me permitió crecer, no solo profesionalmente, sino desde lo humano. La solidaridad es uno de los principios fundamentales que rige esta casa de estudios. “Y no quiero dejar de mencionar el orgullo que debe darnos como argentinos y argentinas la universidad publica, gratuita y de calidad, porque le permite a jóvenes (y no tan jóvenes) estudiar una carrera que de otro modo sería imposible”.
Ailín Salvai Destain: Nació en Tres Arroyos hace 25 años y trabaja como planificadora de materias primas y manufactura externa para una empresa del Polo Petroquímico. “Estoy muy agradecida con la UNS y los distintos profesores con los que me crucé en el transcurso de la carrera. En todo momento recibí no solo educación de excelente calidad, sino también contención y motivación, dos cosas muy valiosas para una persona de 18 años que deja su ciudad, familia y amigos para venir a estudiar”.
Juliana Vergara, trabaja como docente en la UNS. Tiene 23 años y nació en Cabildo. “La universidad me presentó desafíos y me formó profesionalmente para poder superarlos. Además, me brindó conocimientos, experiencias diversas y amplió mí mirada y pensamiento. En la carrera conocí nuevas personas que me marcaron y fueron dejando huellas en mí recorrido, algunas de ellas se convirtieron en grandes amistades”.
Marta Susana Miranda es asistente de docencia en Agronomía. Tiene 54 años y es bahiense. Decidió cursar una carrera universitaria justo en el inicio de la pandemia. “El encuentro cara a cara con los compañeros después de un año y medio de vernos a través de la pantalla de la computadora fue muy especial. Muchos reconocimos tiempo después que sentimos cierto temor. ¿qué pensarán de mí mis compañeros? ¿podré adaptarme? ¿me aceptarán? Hoy, finalizados los estudios tengo la alegría y la satisfacción de tener no solo un título, sino muchas amistades que se hicieron fuertes y perduran más allá de las aulas”.
Martina González, tiene 23 años, llegó de su Darregueira natal para cursar en la UNS. Trabaja en unidades sanitarias dependientes de la Secretaría de Salud. “Si algo tengo para decirle a la UNS es gracias. Gracias por formarnos a lo largo de estos 5 años, para ser profesionales idóneos el día de mañana. Gracias a cada profesor de la licenciatura en Enfermería, por el acompañamiento, la entrega y dedicación con la que dieron cada clase.
“Gracias también por darme amistades para toda la vida que empezaron siendo compañeros de cursada y hoy se transformaron en colegas, que tan indispensables son para recorrer juntos todos estos años. Me llevo los mejores recuerdos de la Universidad. Fueron hermosos años vividos, con sus altas y bajas, pero más que satisfecha de ser egresada de esta Casa”.