Concluida la feria judicial de invierno, este jueves 3 de agosto se retomaron las audiencias de la Megacausa Zona 5. En este caso, se reprodujo la declaración de un ex conscripto, perteneciente a un juicio anterior. Además, la querella solicitó que se amplie la acusación contra los imputados por los delitos contra niñas y niños, y por delitos sexuales.
El juicio, que transita la etapa de testimonios propuestos por la parte defensora, retomó su ritmo semanal de debate, y sostendrá audiencias durante todos los jueves del mes de agosto y no cada 15 días, como venía sucediendo.
Para este jueves, estaba propuesta la reproducción de tres testimonios de ex conscriptos que declararon en juicios anteriores, pero solo pudo ser escuchado uno de ellos. Los restantes presentaron dificultades técnicas y no pudieron escucharse con claridad.
Impunidad ante lo invisibilizado
Ante la imposibilidad de avanzar con el cronograma establecido, la abogada querellante de la Agrupación H.I.J.O.S. Bahía Blanca y de la secretaria de Derechos Humanos de la Nación, Mónica Fernández Avello, solicitó le sea permitido ampliar la acusación contra los imputados por dos tipos de delitos concretos.
Por un lado, por los delitos cometidos contra niñas, niños y adolescentes que sufrieron diferentes vulneraciones a sus derechos como secuestros, tormentos, torturas y abandonos de personas.
Por otro lado, solicitó el pedido de ampliación de acusación para delitos sexuales cometidos contra ocho víctimas de esta causa, con la plena convicción y prueba de que el abuso sexual a las mujeres -y también a hombres- formó parte del plan sistemático, generalizado y continuo de la dictadura genocida.
Ambos delitos han sido históricamente invisibilizados en las causas de Lesa Humanidad, y sus víctimas han transcurrido toda una vida sin justicia ni reparación.
Tanto en el transcurso de este debate como de los anteriores, se han podido escuchar infinidad de relatos donde los derechos de los niños, niñas y adolescentes eran sistemáticamente vulnerados en ocasión de los secuestros de sus padres, madres o personas a cargo de dichos niños.
Niñas/os y adolescentes que fueron llevados a Centros Clandestinos junto a sus padres; casos en los que los genocidas ocupaban la vivienda por varios días, donde los secuestrados en su propia casa eran la familia entera, cuyos miembros eran sometidos a torturas y vejaciones; abandonos de niños/as que no podían valerse por sí mismos, en sus casas y también en la vía pública; también maltratos y tormentos hacia esos niños/as al momento de secuestrar sus padres.
Estos son algunos de los casos propuestos por la abogada querellante para evidenciar los delitos cometidos contra estos niños, niñas y adolescentes que Nunca fueron considerados victimas hasta hoy.
Todos esos casos fueron ventilados a lo largo de este juicio y de los anteriores. Las consecuencias para la mayoría de las víctimas de estos delitos, que nunca tuvieron justicia, son variadas y persisten hasta la actualidad: desde problemas psíquicos y físicos, hasta diversas dificultades con la vida afectiva y de relación.
Víctimas sin distinción de edades
Refiriéndose a lo inadmisible de la falta de juzgamiento de estos casos y recordando el conocido caso bahiense en el que 13 adolescentes de entre 16 y 17 años de la Escuela Técnica N°1 (conocido como “El caso de los chicos de la ENET“) fueron secuestrados y su caso recibió justicia, la abogada se preguntó:
“¿Dónde ponemos el límite? ¿Por qué alguien de 16 años puede ser víctima de una privación ilegal de libertad y otro de un año no?“
Fernández Avello dejó en claro en su alocución que el Poder Judicial tiene una gran deuda con este tema, que en otros ámbitos se ha ido contrarrestando con diferentes leyes y reconocimientos.
“Si el Poder Ejecutivo les ha reconocido como víctimas, entonces desde el Poder Judicial también debemos hacer nuestra parte“, formuló.
Delitos sexuales: Bahía Blanca no fue una isla
En cuanto al pedido de ampliación por delitos sexuales, sin dudas también se trata de un delito aberrante que, en la jurisdicción de Bahía blanca, viene imprimiendo un sello de impunidad desde los ámbitos judiciales, que deberían haber resuelto estos pedidos hace ya muchos años.
Es inadmisible pensar que una práctica rutinaria, extendida y sistemática como fueron los delitos sexuales contra mujeres y hombres no fueron aplicadas en los centros clandestinos de Bahía Blanca y la región.
Los testimonios están, las personas narraron sus padecimientos una y otra vez. Sin embargo, es evidente que lo que falta es voluntad de juzgamiento de parte de los operadores judiciales.
“Durante mucho tiempo estos crímenes estuvieron invisibilizados por el tratamiento judicial de las causas, en donde se confundían con tortura“, expresó la abogada, “pero en los últimos años se produjeron avances en las investigaciones” y “condenas de estos delitos específicos, que tenían en su mayoría a las mujeres como víctimas”. En ese sentido, remarcó que:
“Las prácticas judiciales se han resistido a la investigación de estos delitos. Lo que pone en evidencia, considerando que la mayoría de las víctimas son mujeres, la discriminación por género que anida en las concepciones y prácticas judiciales desde siempre. Por ello hemos llegado a este juicio con solo dos imputaciones por delitos sexuales”.
Siguiendo con su justificación del pedido, la abogada querellante dejó de manifiesto un importante fallo ocurrido hace apenas unos días en la provincia de Neuquén, en el marco del juicio “Escuelita IV” donde el Tribunal condenó a los imputados por violación expresando lo siguiente:
“Se encuentra acreditado a través de innumerables causas, que los abusos sexuales no fueron excepcionales, sino que fueron parte de las prácticas del terrorismo de Estado, como estrategias de disciplinamiento y aniquilamiento llevadas a cabo de manera generalizada en los centros clandestinos. Las violaciones apuntaban a mostrar el poder de los represores sobre las y los detenidas/os, devastarlas/os psicológicamente y quebrar los lazos de solidaridad entre ellas/os”.
Asimismo, el fallo del Tribunal neuquino refirió con respecto a las denuncias de abusos sexuales que fueran efectuadas tempranamente y no receptadas por el Poder judicial, que:
“Resulta interesante comprender que el tratamiento que se le dio a la denuncia lo fue con el paradigma de la época en donde los operadores judiciales –en su mayoría varones- también se encontraban limitados por sus propios prejuicios y estereotipos de género”.
Se trata de un gran fallo el emitido por el Tribunal Oral Federal de Neuquén, que sin dudas sienta precedentes en el juzgamiento de estos delitos, que en Bahía Blanca gozan aún de absoluta impunidad.
En la próxima audiencia se les dará la palabra al resto de las partes para que puedan expedirse con respecto a este pedido de la parte querellante y luego será el Tribunal Oral compuesto por los jueces Ernesto Sebastián, Sebastián Foglia y Marcos Aguerrido, el que deberá resolver.
Fuente: https://elagora.digital/