El Consejo Directivo del Centro Científico Tecnológico CONICET Bahía Blanca dio a conocer un comunicado sobre la importancia de promover la ciencia, la tecnología y la innovación como motores del desarrollo de nuestro país en el marco de la propuesta de Javier Milei sobre el organismo de “dejarlo en manos del sector privado”:
“En los países avanzados y desarrollados el Estado fomenta fuertemente a la ciencia, la tecnología y la innovación de modo de producir y exportar bienes y servicios con gran valor agregado.
Por su parte, los países que no promueven la ciencia, la tecnología y la innovación, sólo pueden producir materias primas de bajo valor, debiendo importar todo lo demás. En tal sentido, la capacidad de desarrollo de los países depende, en gran parte, de una cuestión sutil pero esencial: el modo de concebir a los fondos que nutren a la función de ciencia y técnica.
Mientras que en general los países subdesarrollados lo piensan como un gasto, los países desarrollados (y los que aspiran a integrar ese grupo) lo saben una inversión.
Asimismo, es importante considerar que esta cuestión excede a la mera dimensión material o económica hacia la dimensión humana y ética. Pues la función de ciencia y técnica no es sino una parte más de la educación. Y cuando la educación es concebida por el Estado como una inversión, ella es capaz de promover la cultura y la formación humana y espiritual de un pueblo, mientras que, en tanto asimilada a un mero gasto, produce un pueblo ignorante y dócil, fácil de manipular. Por lo tanto, el hecho de suplantar a la noción de inversión por la de gasto en un tema tan sensible como éste, no sólo es algo que (aparentando ser inofensivo) resulta tremendamente gravoso, sino que constituye evidencia de ignorancia o de mala fe”.