Hoy se conmemora un año desde el triste fallecimiento de una figura querida y admirada en nuestra comunidad: Celia Jinkis de Korsunsky, Madre de Plaza de Mayo de Bahía Blanca.
Celia Jinkis dedicó incansablemente su vida a la búsqueda de su hijo Eduardo, quien desapareció en San Nicolás. Recorrió cada sendero posible en su afán por encontrarlo, visitando cuarteles, iglesias, tribunales y realizando viajes constantes. Su determinación la llevó a participar en entrevistas, escribir cartas y utilizar todos los recursos judiciales a su alcance.
Durante su lucha, Celia se encontró con otras madres que compartían su dolor y su causa en diferentes lugares del país. En nuestra ciudad, su presencia fue constante y su compromiso fue inquebrantable.
En honor a su paso por este mundo se dejó una huella en la Plaza de la Memoria y la Resistencia. Además, se ha llevado a cabo un afichaje en la intersección de las calles 12 de Octubre y López Francés, donde los alumnos de la Escuela de Artes Visuales (ESAV) están creando un mural en su honor. Asimismo, se está organizando una Muestra basada en su vida y en su archivo personal, que será una oportunidad para reflexionar sobre su legado y su invaluable contribución a la lucha por los derechos humanos.