Guillermo Sierra tras una reunión en el Consejo Escolar de Bahía Blanca se hizo viral. El fletero, que sólo terminó la primaria, se convirtió en símbolo del reclamo de muchos padres que piden poner la educación como prioridad. Y en su pedido a corto plazo, logró el objetivo: dos semanas de clases sin interrupciones en la ciudad.
En los primeros cuatro meses del ciclo lectivo, según el registro que lleva el colectivo Padres Organizados, hubo 17 días de paro, entre medidas de fuerza del gremio docente SUTEBA y el de estatales ATE. La que rebalsó el vaso fue la del martes 27 de junio, cuando los auxiliares de ATE pararon en rechazo a que en el Día del Trabajador Estatal no les dieran asueto. Entonces, más de 300 familias de 22 escuelas de diferentes barrios de Bahía Blanca y Monte Hermoso presentaron un petitorio ante el Consejo Escolar para exigir que los chicos volvieran a las aulas. Ahí se hizo viral el pedido de Guillermo.
Eso lo llevó también a organizar una juntada en la plaza Rivadavia del centro de la ciudad para “promover un espacio de diálogo constructivo y unidad en torno a la importancia de garantizar una educación de calidad para nuestros hijos”.
La carta del fletero
El reclamo parece haber empezado a dar sus frutos. Guillermo difundió este viernes una carta, en la que afirma que “después de los eventos del 28 de junio en el Consejo Escolar y de varias reuniones, hemos logrado completar dos semanas completas sin ningún paro. Para ser sincero, no recuerdo cuándo fue la última vez que esto sucedió”.
El fletero agradeció “a los sindicatos docentes y de auxiliares”, ya que si bien no les habían garantizado que esto ocurriera en respuesta al pedido que hicieron en la reunión, “hemos cumplido con los días de clase de julio”.
“Creo que esto se debe a una mayor concientización por parte de ellos sobre la importancia de evitar interrupciones en la jornada escolar”, enfatizó, y reiteró que “los docentes, auxiliares, sindicatos, directivos y la comunidad de padres podemos trabajar juntos en pos de un futuro próspero para nuestros niños y, por ende, para el país”.
“Se han negociado paritarias y sé que algunas se han aceptado y otras están en proceso. La diferencia en disputa es mínima, por lo que estoy seguro de que llegarán a un acuerdo, sobre todo ahora que cuentan con el apoyo de toda la comunidad. Las negociaciones son el arte de ceder, no de imponer. Por ello, les pido a todas las partes que continúen con el compromiso de no interrumpir las actividades y aprovechen el receso para resolver lo máximo posible. Garanticemos la continuidad pedagógica de nuestros niños”, imploró.
(Clarín)