Lejos de solucionarse la situación de los permisionarios que no acordaron su futuro laboral con el municipio, en el mercado municipal se observa un panorama desolador.
Son aún siete los comercios que están funcionando entre escombros y puestos desmantelados dentro del histórico mercado de calle Donado.
Desde la tradicional pizzería que resiste el cierre, sin haber arribado a una solución, nos manifestaron la dificultad de sostener la rutina diaria con los clientes frente a un escenario de incertidumbre respecto de la continuidad y el futuro del sostén económico de una familia
Rosana, trabaja en la verdulería del Mercado, siente que esto es un atropello, mientras atiende a los pocos clientes que aún ingresan a un lugar que muestra postales caóticas para quienes tienen que llevar adelante la actividad comercial. Todavía no está listo el local que acordó con el municipio para abandonar el espacio del mercado.
Convivir con los obreros que realizan su tarea es complejo, los clientes de toda una vida manifiestan su pesar cuando ingresan a un lugar que está imposible de habitar tanto para comerciantes como para clientes.
El mercado para muchos vecinos del sector, sobre todo adultos mayores, se trataba de un lugar de encuentro y sociabilización del que hoy tienen que prescindir. El interrogante reside en cual será el futuro de los propios trabajadores y que sucederá con el edificio, una vez que se realicen las obras necesarias para que pueda funcionar normalmente.